jueves, 8 de mayo de 2008

8 de mayo de 2008

Télam - Cable de Noticias
Agrupación de pequeños productores no apoya el paro


Buenos Aires, 8 de mayo (Télam).
El Frente Nacional Campesino, que agrupa a 200.000 productores agropecuarios, expresó este mediodía su oposición al lock out dispuesto por cuatro
entidades del campo y pidió al gobierno que "reconsidere las
políticas" para el sector agropecuario.
"Las cuatro entidades del campo no nos representan y por eso
no apoyamos las medidas de fuerzas", dijeron representantes de la Mesa Coordinadora del Frente Nacional del Campesino, tras reunirse con el jefe de Gabinete Alberto Fernández, en la Casa de Gobierno.
Los dirigentes señalaron que "le transmitieron al jefe de
Gabinete la inquietudes de los pequeños productores" y que el
gobierno "ha sido muy generoso con las cuatro entidades, y por eso ahora esta crisis debe traer la oportunidad para que el gobierno reconsidere las políticas para el campo".


Ambito Financiero - Nota - Economía - Pag. 4
Busca el campo sumar a los gobernadores K


Empujados por el malestar que exudan los productores, los presidentes de la cuatro entidades rurales nacionales profundizarán la encrucijada partidaria e institucional en la que se encuentran inmersos los gobernadores kirchneristas, al apurar un calendario de encuentros con mandatarios para virtualmente reclamarles que se pongan «del lado del interior» en la puja con Cristina de Kirchner por las retenciones móviles.

La agenda de audiencias contempla en principio una cumbre con el cordobés Juan Schiaretti el próximo lunes en la capital mediterránea y otra -aunque más improbable- con el chaqueño Jorge Capitanich, que podría concretarse mañana mismo -si los caldeados ánimos locales lo permiten, en el marco del desembarco del cuarteto de dirigentes del agro en el Chaco- o a fines de la semana que viene.

Por primera vez, está prevista en esas citas la asistencia de las máximas autoridades agrarias, con el objetivo de dar a conocer los motivos de la protesta y transmitir el pedido de medidas concretas para ayudar al sector en el marco del conflicto.

Reuniones

Fuentes de las entidades consideraron inminente además una reunión con el justicialista hipercrítico Alberto Rodríguez Saá (San Luis). La solicitud de audienciasya alcanzó ademása, entre otros, el socialista Hermes Binner (Santa-Fe), al bonaerense Daniel Scioli y al entrerriano Sergio Urribarri. En paralelo, planean encuentros también con intendentes.

Sugestivamente, un nutrido lote de gobernadores permaneció ayer en Buenos Aires, con agenda diversa aunque siempre auscultando el pulso del agravamiento de la puja, que arrojó a los productores nuevamente a las rutas.

Hasta el momento, los ejecutivos provinciales debieron hacer un difícil equilibrio entre su estratégica necesidad de mantener fidelidad a la Casa Rosada -sobre todo, teniendo en cuenta la crónica dependencia de las arcas nacionales- y las presiones generadas por los ruralistas locales.

El reclutamiento oficial incluyó la asistencia a dos operativos clamor -en la Plaza de Mayo y en Parque Norte- brindados por el kirchnerismo a la Presidente en pleno lockout agrario.

El grado de fe que mostraron los caciques provinciales ya se tradujo, según el caso, en desaires nacionales en materia de envíos de fondos o en unciones dentro del remozado PJ que encabeza Néstor Kirchner.

Amenaza

Prueba de ello puede dar Schiaretti, quien incluso llegó a amenazar con ir a la Justicia si la Nación no se pone al día con las remesas federales. Esta semana, el mandatario se anotó otro punto en contra al encabezar un encuentro de legisladores peronistas de la Región Centro donde se delineó una declaración pro campo, que por caso planteó la necesidad de que el gobierno nacional reduzca los porcentajes aplicados a las retenciones.

En la otra vereda, el obediente Urribarri cosechó una cómoda refinanciación de la deuda provincial -que otros deben penar-, mientras que el próximo 2 de junio rubricará junto a la Presidente un acta de « reparación histórica» para ejecutar un ambicioso programa de infraestructura en la provincia.

El ánimo respecto de Capitanich -flamante vicepresidente primero del PJ-, en cambio, es diferente, en base al claro alineamiento que el ex senador nacional justicialista mostró respecto de la estrategia nacional.


El Cronista Comercial - Nota - Economía & Política - Pag. 4
Alarcón: “Que Cristina se ponga los pantalones”


n La secretaria de Integración Regional de Santa Fe y dirigente rural, María del Carmen Alarcón, acusó ayer a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de dejarse “mandonear por su marido” y le pidió que se “ponga los pantalones”.

La afirmación fue lanzada durante una reunión con dirigentes rurales en Santa Fe y difundida a través del grupo Pampa Sur, que defiende los intereses de los productores agropecuarios y que tiene a Alarcón entre sus fundadoras.

“Me duele como mujer, y aquí hay muchas, que la señora de Kirchner hable mucho de cuestiones de género, pero se muestre como una mujer arbitrariamente dominada”, afirmó Alarcón, ante una consulta de un productor.

La funcionaria del gobierno del socialista Hermes Binner consideró que Cristina Fernández “fue elegida para la Presidencia, pero se deja mandonear por su marido”. “En lugar de tanta cháchara de género, sería bueno que se pusiera los pantalones de Presidenta”, afirmó.

El gobierno santafesino mantuvo, desde que comenzó la crisis entre el Gobierno y el campo, una posición conciliadora con la producción. Incluso, Binner salió a respaldar al sector públicamente en varias oportunidades y se espera que vuelva a hacerlo en los próximos días debido al recrudecimiento del conflicto.

Existe una fuerte preocupación en todo el gabinete de Binner respecto del futuro de la producción en su provincia y de las pérdidas económicas que está generando el conflicto. Muchos sectores vinculados con el agro interrumpieron ventas, como es el caso de la maquinaria agrícola.


Clarín - Nota - El País - Pag. 8
UNA JUGADA QUE APUNTA AL INTERIOR DEL OFICIALISMO
Los dirigentes rurales pegan donde duele: presionan a gobernadores e intendentes


Eduardo Aulicino
eaulicino@clarin.com

El conflicto con los sectores rurales ya les hizo pasar momentos difíciles a muchos intendentes y varios gobernadores. Y todo indica que los vienen no serán días más fáciles. Los jefes territoriales, muchos de ellos peronistas o aliados del kirchne
rismo, sufrieron el reclamo directo –espontáneo, tal vez desordanado– en la etapa inicial y más caliente de los cortes de ruta, pero ahora deberán enfrentar una presión más articulada, con demanda de apoyo explícito a la protesta. Es parte del plan anunciado ayer por los dirigentes de las entidades del agro: decidieron pegar en un costado político que duele.

La idea de solicitar audiencias a gobernadores e intendentes se apoya en un razonamiento elemental, si se quiere, y de fácil lectura para cualquier político: les pedirán que opten entre sus alineamientos nacionales –es decir, la relación con la Casa Rosada, que también presiona y mucho– y los productores, considerados en esta ecuación como una franja gravitante del electorado. Esto, con el agregado de que en las comunas pequeñas o medianas la relación entre gobernante local y gobernados es cotidiana, muchas veces sin intermediarios.

Los dirigentes rurales caminan sobre la experiencia reciente. El peronista Juan Schiaretti, que ganó la gobernación cordobesa con voto del interior provincial, tomó distancia de las posiciones más duras del Gobierno nacional, desde el principio, y empujó una salida negociada. El senador Carlos Reutemann asomaba en los planes kirchneristas como apuesta para pelear por la recuperación de Santa Fe, perdida en las elecciones del año pasado a manos del socialismo, pero el conflicto agropecuario desarmó esa estrategia: Lole expresó su apoyo a los reclamos y dio vía libre para que intendentes peronistas hicieran lo mismo.

Daniel Scioli, inclinado personalmente a la conciliación, hace equilibrio para no alterar los ánimos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, aunque ve con preocupación la tensión que genera la pelea en Buenos Aires, con impacto notorio también en los bloques de diputados y senadores provinciales del PJ. Una situación incómoda viven además los gobernadores de Entre Ríos, Sergio Urribarri, y de La Pampa, Oscar Jorge.

Todos ellos recibirán pedidos de audiencia, igual que intendentes de centenares de municipios cuyas economías, en mayor o menor medida, giran alrededor de la producción agropecuaria. Algunos, sobre todo de Buenos Aires y Córdoba, son aliados del oficialismo –radicales k– que buscaron no pelearse con el Gobierno nacional pero hicieron saber a sus referentes el malestar que les genera un conflicto demasiado largo: sienten que no son escuchados, aunque los miden por el acompañamiento a la políticas oficiales. Una situación doblemente incómoda que no pasa inadvertida para los dirigentes rurales, dispuestos a trabajar sobre las fisuras ajenas.

Schiaretti y Lole

El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y el senador por Santa Fe, Carlos Reutemann, se reunirán el sábado para evaluar el paro agrario. El cordobés dijo que va a privilegiar los intereses de su provincia sobre los partidarios.


La Nación - Nota - Política - Pag. 8
El conflicto con el campo: definiciones de un gobernador rebelde
Schiaretti advirtió que va a "defender" al agro cordobés
Destacó que el sector rural "es el puntal del desarrollo económico" de su provincia


Tironeado hacia sentidos opuestos por el campo cordobés y por el Gobierno, el gobernador Juan Schiaretti intenta hacer equilibrio para no aparecer ni como un rebelde en la consideración de la Casa Rosada ni como un tibio ante la sociedad cordobesa. A pesar de esto, ayer pareció haber tomado una posición definitiva: "Voy a defender el sistema agroalimentario cordobés, porque a mí me votaron los cordobeses y el campo es el puntal del desarrollo de la provincia".

En la Feria del Libro, donde disertó sobre el 90° aniversario de la reforma universitaria, Schiaretti conversó con LA NACION y admitió que recibirá a los presidentes de las cuatro entidades del campo. Todo un gesto en medio del conflicto. "Probablemente, el encuentro sea mañana [por hoy]. Depende de las agendas de cada uno de nosotros, pero el encuentro está pedido por las instituciones y ya fue concedido", admitió el gobernador de Córdoba.

Schiaretti se ubicó políticamente en una franja en la que por ahora sólo se advierte al santafecino Hermes Binner. Es el sector de aquellos que, presionados simultáneamente por el campo y por el Gobierno, se muestran distantes de las retenciones móviles.

Allegados al mandatario confiaron que es creciente el malestar del gobierno cordobés hacia el sistema de recaudación ideado por el ex ministro de Economía Martín Lousteau.

El interior de Córdoba presiona y Schiaretti evalúa rechazar públicamente las retenciones móviles, agregaron. Sin embargo, consultado sobre el tema, el mandatario provincial prefirió la cautela: "Por ahora no es el momento de hablar de eso".

"Hay que volver al diálogo", insistió luego.

-Pero el diálogo parece roto.

-Entonces hay que generar nuevos canales de diálogo. Es central en este conflicto. Nada se va a resolver sin diálogo.

-¿Cómo se imagina una salida de este conflicto?

-Hay una sola manera de salir: que ambos entiendan que algo tienen que ceder. Si no, no hay solución. Y también creo que el campo no debe tomar ninguna medida que afecte al resto de la sociedad.

-¿Se refiere a los cortes de rutas y al desabastecimiento?

-Sí.

-¿Y hacia qué modelo considera que hay que ir?

-En líneas generales, creo que la Argentina tiene que ser capaz de garantizar el abastecimiento completo del mercado interno y, a la vez, estar en condiciones de responder a la demanda del mundo.

-Pero ¿con retenciones móviles o sin ellas?

-Antes de hablar de eso prefiero escuchar a los ruralistas.

-El campo cordobés le pidió que presione más al Gobierno para que ceda con las retenciones. ¿Qué hará usted?

-Voy a defender siempre el sistema agroalimentario cordobés, porque es el puntal del desarrollo en mi provincia. Yo defiendo la economía de los cordobeses, y estoy convencido de que no hay crecimiento sin el campo.

-¿Debe tomarse esto como una toma de posición en el conflicto?

-A mí me eligieron los cordobeses para que defienda los intereses de Córdoba, pero esto no significa que no apoye el proyecto del Gobierno.

-¿Se siente tironeado por ambos sectores?

-No, para nada.

-Pero el Gobierno le pide que se haga presente en los actos de la Presidenta y el campo cordobés le exige que rechace el plan de la Casa Rosada.

-No creo en los maniqueísmos. La vida no es blanco o negro. Yo tengo claro que voy a privilegiar siempre mi provincia por sobre la pertenencia partidaria. Para eso me eligieron. Pero no estoy en contra del Gobierno.

Por José Ignacio Lladós
De la Redacción de LA NACION

Binner: "Hay desaceleración"

El gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, admitió ayer una desaceleración en la economía de su provincia. "Esta situación ha generado dificultades económicas que ya percibimos en el propio gobierno de Santa Fe", sostuvo Binner, abordado por los periodistas luego de presidir un acto en la Casa Gris. Consultado sobre una posible desaceleración de la economía local, Binner respondió que "de hecho la hay". Sin embargo, mantuvo un tono conciliador con el Gobierno. "Tenemos la obligación de llevarnos bien", afirmó el socialista, y repitió que "si al gobierno nacional le va bien, va a ser muy favorable para Santa Fe".


Página 12 - Nota - El País - Pag. 6
LA OPOSICION LE ECHO LA CULPA AL GOBIERNO POR EL FRACASO DE LAS NEGOCIACIONES
Críticas a la “trampa” y la “soberbia”
Desde el centroizquierda hasta la derecha, hubo críticas al gobierno nacional. Para Carrió el diálogo fue una “burla”.


Por Werner Pertot
La oposición cuestionó en bloque el fracaso de las negociaciones con las entidades rurales y le echó toda la culpa al Gobierno. En primera fila, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, sostuvo que “el llamado al diálogo fue una burla y una trampa”. Mientras viaja por el Sur y mantiene encuentros con productores rurales, Lilita se hizo eco de un pronóstico que había hecho antes de la caída de las negociaciones: “Estaba claro que Néstor y Cristina Kirchner iban a traicionar al campo”, sentenció. En tanto, Francisco De Narváez remarcó que “los problemas no se resuelven desde la soberbia y los gritos. El campo quiere vivir y producir en paz”.

Carrió estuvo ayer en El Bolsón y General Roca, dos ciudades cubiertas de cenizas. En su segundo destino, tuvo un encuentro con productores, a quienes llamó a “defender la tierra y los lagos patagónicos que son vendidos y que se están extranjerizando”. Por su parte, la titular de Unión por Todos, Patricia Bullrich, observó “una estrategia del Gobierno de generar una situación de desgaste y llevar una negociación a la nada. La idea es volver al discurso del ataque al gobierno popular”. “Van al conflicto porque la situación económica es indisimulable”, consideró.
“¿Además de gritar, el Gobierno tiene alguna idea para parar la inflación?”, se preguntó De Narváez, en el mismo sentido. “¿Van a congelar los precios y perseguir a los comerciantes? ¿Es ésa la propuesta?”, inquirió el ex candidato a gobernador. Su ex compañero de fórmula, Jorge Macri, destacó que “las internas del Gobierno destruyeron el diálogo”.

En tanto, el jefe del bloque macrista en Diputados, Federico Pinedo, aseguró que “el Gobierno boicoteó la negociación, porque dio señales de que no iba a cumplir con la apertura de las exportaciones de carnes. Por un capricho político, van a generar más inflación, más paro y desocupación en las industrias vinculadas con la producción agropecuaria”.

“¿Dónde estamos frente a un conflicto con un sector productivo o por iniciar una guerra?”, ironizó el titular del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales, quien cuestionó la presencia de la Gendarmería en las rutas: “La militarización del conflicto sólo agregaría más leña al fuego”.

“Le pedimos al ex presidente que deje gestionar al gobierno que encabeza su esposa. Ellos no son los dueños del país”, cuestionó Morales. “Néstor Kirchner, en una actitud autoritaria más acorde a las dictaduras que a un dirigente democrático, se entromete y evita continuar con el diálogo”, advirtió el dirigente radical.

Desde el socialismo, el senador Rubén Giustiniani destacó ante Página/12 que “el Gobierno lamentablemente eligió el peor camino, que es la confrontación. La experiencia de los 23 días del conflicto pasado nos muestra que perdimos todos: el Gobierno vio descender su imagen, la producción perdió millones de dólares y el ciudadano de a pie vio encarecer los productos de primera necesidad”. El dirigente planteó que el Gobierno podría ir hacia “un sistema de retenciones diferenciales”. “No se puede tratar de igual manera al pequeño productor que al pool de siembra”, estimó el presidente del PS.

En igual sentido se pronunciaron los diputados Eduardo Macaluse y Claudio Lozano. “La negociación cae porque hay una estrategia de dilación para fracturar el frente. Pero si fueran inteligentes, separarían al pequeño productor, otorgándoles compensaciones. Las que están son insuficientes”, estimó el jefe del bloque del ARI Autónomo. Macaluse advirtió que “es difícil aceptar el discurso de la redistribución de la riqueza mientras no existe un impuesto a la renta financiera y sí se grava al pequeño productor”.

Por su parte, el economista de la CTA afirmó que “objetivamente, lo que el Gobierno hizo es tratar de arreglar con los grandes exportadores y no les dio respuesta a los pequeños productores”. Lozano remarcó que “lo único que quiso poner en discusión el Gobierno es el techo de las retenciones, que sólo preocupa a los sojeros. Por eso, seguimos con el conflicto. Tenía una medida concreta que podía haber aplicado: con la segmentación de las retenciones liberaban a los pequeños productores”.