sábado, 17 de mayo de 2008

17 de mayo de 2009

La Nación - Nota - Nota de tapa - Pag. 1
Fuerte presión para terminar la protesta
El gobernador Schiaretti, que apoya el reclamo, dijo que fue un error seguir con la medida; Binner, molesto con los ruralistas


Por primera vez desde que comenzó el conflicto con el campo, los gobernadores más cercanos al agro y los más acérrimos oficialistas confluyeron en un frente común: todos le pidieron al agro que revisara su decisión de seguir con el paro.

Hasta la Iglesia, que había evitado opinar sobre el conflicto, expresó por medio del obispo Jorge Casaretto su "preocupación" por la continuidad de la disputa y pidió un acuerdo para que primara el "bien común".

Como señal de presión para el campo, los mismos actores que 72 horas atrás apoyaban la protesta ayer criticaron la decisión de continuarla.

El más duro fue el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, que se había distanciado del Gobierno por acercarse a los productores. "La continuidad del paro es un error", dijo sin eufemismos.

"Es urgente solucionar el conflicto porque esto no puede ser un concurso de guapos", dijo enojado el cordobés.

Aunque lo central ya estaba dicho, Schiaretti no quiso poner toda la responsabilidad del lado del campo, y agregó que mientras los ruralistas "no deben cortar las rutas ni desabastecer", el Gobierno "debe poner en la mesa las retenciones móviles, porque fue el detonante del conflicto".

Cerca de los mandatarios con llegada a los productores, las palabras que más se usaban ayer para describir los ánimos eran "sorpresa", "desconcierto" y "frustración".

Aunque no hará pública por ahora su postura, el gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner, estaba igual de molesto que el cordobés por la resolución de los ruralistas. "Parece una competencia para ver cuál de las entidades tiene más poder", protestaron cerca del santafecino.

Una fuente del entorno del gobernador contó a LA NACION que Binner escuchó atónito las declaraciones de los dirigentes del agro cuando salieron de la reunión que mantuvieron con él en la Casa Gris, sede del gobierno provincial.

En el encuentro habían ponderado el gesto conciliador del Gobierno en el acto del PJ y se había hablado de volver a la mesa de negociaciones. Por eso, el socialista descontaba que anunciarían el fin del paro.

Eso le dijo Binner a un alto funcionario de la Casa Rosada, cuando lo llamó para expresarle su sorpresa y malestar por la decisión del campo.

"¿De qué sirvieron dos horas de reunión si, cuando salieron, rompieron todo?", protestaron en su entorno.

Bien común

La Iglesia, que había mantenido distancia del conflicto, fue el otro actor que ayer reclamó "hacer primar el bien común por sobre intereses particulares" para lograr un acuerdo.

"Estamos todos preocupados, como todos los argentinos, y tenemos muchas esperanzas en que realmente haya un encuentro para que finalmente haya acuerdo", expresó el titular de la Pastoral Social, monseñor Jorge Casaretto.

Desde el oficialismo, gobernadores, legisladores y funcionarios se abroquelaron para pedir el fin de la protesta, y mientras algunos criticaron al campo, varios que hasta ahora se mostraban intransigentes se vistieron de dialoguistas.

"Están llevando al país a una situación de máxima tensión", les advirtió a los ruralistas el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri . "Están leyendo mal la realidad y ahora se mezclan cuestiones políticas que cada vez son más indisimulables", agregó.

"Que levanten la medida de fuerza y retomen el camino de la negociación con el gobierno nacional", reclamó el gobernador tucumano José Alperovich. En la misma línea, el mandatario bonaerense Daniel Scioli pidió el fin del paro porque "está perjudicando al conjunto de la sociedad argentina".

Más duro, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, acusó al agro de tener "una actitud de enorme irresponsabilidad e irrespetuosa con una presidenta elegida democráticamente".

También los legisladores kirchneristas le apuntaron al campo. El presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner, dijo que "están politizando el tema", mientras que el jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi, consideró que profundizar la medida no es "lo más correcto".

Por Laura Capriata
De la Redacción de LA NACION
Con la colaboración de: Mariano Obarrio y corresponsales


Clarín - Nota - El País - Pag. 13
ADHESIONES POLITICAS A LA PROTESTA DEL 25 DE MAYO
La oposición irá a Rosario, pero con estilos diferentes
La UCR moviliza su estructura, Carrió va como "ciudadana" y Macri envía diputados.


Marcelo Helfgot
mhelfgot@clarin.com

U na vez que la dirigencia del campo confirmó la convocatoria a una protesta masiva del sector rural en Rosario, el 25 de Mayo, las principales usinas de la oposición se pusieron en funcionamiento para definir el modo de expresar su adhesión. Aunque no coincidirán en el formato. Radicales, macristas y la Coalición Cívica marcharán con modalidades diferentes. En cambio, los socialistas –que gobiernan Santa Fe– aún no decidieron su asistencia.

Por anticipado, Elisa Carrió había expresado su voluntad de concurrir al acto "como una ciudadana más", junto a otros dirigentes de la Coalición Cívica. Es lo que reafirmó ayer desde Córdoba, donde justificó la extensión del paro. "A la gente del campo les han mentido muchas veces".

Con todo, la chaqueña le pidió a la presidenta Cristina Kirchner que tienda "una mano magnánima, generosa" derogando las retenciones móviles. "No sé si es un signo de debilidad, pero sí es un signo de grandeza republicana", comentó.

Por su lado, el macrismo estará presente a través de una módica delegación parlamentaria. A la cabeza irá Federico Pinedo, jefe del bloque de diputados nacionales de PRO y habitual emisario del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, para atender problemáticas que excedan los límites de la General Paz.

La apuesta política más ambiciosa la afrontará la UCR. Su jefe, Gerardo Morales, y referentes de distintas fracciones internas llamaron a una amplia movilización de la estructura, con el objetivo de exhibir la supervivencia del partido pese a sus sucesivas crisis. Con las masivas columnas que pretenden reunir, aspiran a hacer una demostración de fuerza que les permita recuperar terreno en el espacio opositor.

"Al Gobierno nadie le cree", dijo ayer Morales. El senador redobló su apoyo a la medida del agro aduciendo que el paro se extendió "porque el campo le perdió la confianza al Gobierno".

Esas tres fuerzas volverán a introducir el conflicto del campo al Congreso el martes. Una semana después de la audiencia pública sobre el tema que realizaron en el Senado, harán en el recinto de Diputados una sesión especial en minoría para proponer la eliminación de las retenciones móviles a la soja. De la convocatoria también participó la ex juecista Norma Morandini y sectores del peronismo no kirchnerista ligados a Adolfo Rodríguez Saá.

En cambio, el socialismo no firmó la convocatoria, aunque podría asistir a la sesión. Esa fuerza prefiere instar al diálogo entre las partes, en línea con la postura conciliadora del gobernador santafesino Hermes Binner.

El jefe nacional de esa fuerza, Rubén Giustiniani, le dijo a Clarín que la participación en la marcha del 25 de mayo se definirá tras el encuentro que legisladores opositores de la región centro (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) matendrán pasado mañana en Venado Tuerto con dirigentes rurales. La incomodidad del socialismo es que la protesta se hará en su bastión rosarino y su militancia apoya la protesta rural.

El martes, en Diputados, la oposición hará una sesión especial contra las retenciones móviles.


Clarín - Nota - Sup. Rural - Pag. 2
Los temas de la semana el nuevo escenario para el campo
Todos dicen que quieren hablar, pero...
la decisión de seguir con el paro volvió a endurecer al Gobierno. así, parece que el diálogo se demorará.


Sergio Persoglia
spersoglia@clarin.com

Cuando ya caía la noche del jueves sobre Santa Fe, la Comisión de Enlace de las cuatro entidades del agro sorprendió a todos, o a casi todos. Anunció, contrariamente a lo que muchos esperaban, que la protesta seguirá, al menos, hasta el miércoles.

Las entidades respondieron así a otra sorpresa: la que se había producido un día antes en el acto de asunción del ex presidente Néstor Kirchner como presidente del PJ, en la cancha de Almagro. Allí, Kirchner evitó hablar (cuando muchos esperaban que lanzara una nueva diatriba contra el campo) y le cedió la palabra a su esposa, la Presidenta Cristina Fernández, quien convocó a dialogar, aunque sin mayores precisiones.

Pero ese acto marcó un cambio de tono en el Gobierno, que venía de muchos días de lanzar furibundas críticas a los dirigentes de las entidades. Ellos recogieron el guante, pero a medias. Enviaron una carta a la Presidenta solicitándole un encuentro urgente, en respuesta a su invitación al diálogo, pero se mantuvieron firmes en su decisión de seguir movilizados en las rutas y no vender granos con destino a la exportación.

La reacción del Gobierno no se hizo esperar. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, calificó como "incomprensible" la actitud de la Comisión de Enlace. "No tienen vocación de dialogar", disparó. Y dio a entender que, en este contexto, es muy difícil que se concrete la reunión con la Presidenta.

En cuanto a la continuidad de la restricción en la venta de granos con destino a la exportación, las consecuencias ya se están haciendo sentir, igual que sobre otras actividades, como la industria frigorífica (Ver Frigoríficos).

Según datos de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA), en la semana anterior se liquidaron divisas de los embarques de granos y subproductos por 700 millones de dólares, menos de la mitad de los montos habituales.

Justamente, desde los próximos días, cuando se termine de instrumentar la reglamentación correspondiente, será la fortalecida ONCCA la encargada de autorizar las exportaciones agrícolas, como ya lo es con las de carne. Así lo determinó un decreto publicado esta semana en el Boletín Oficial.

Está claro que, en el medio de la disputa entre el campo y Gobierno, muchas cosas, como esa, van cambiando, y configurarán un nuevo escenario para cuando el conflicto termine.

Todos deberán acomodarse a otra realidad, desde los productores, con costos más altos y rentabilidades más bajas, hasta los exportadores, con nuevos mecanismos para concretar los embarques. Las que también están esperando una salida son las Bolsas de Cereales de todo el país. Es que los mercados a futuros fueron de los primeros en paralizarse con el esquema de retenciones móviles, que le pone un techo a las cotizaciones y, por ende, les quita las condiciones necesarias para operar.

Ahora, para empezar a resolver estas cuestiones habrá que seguir esperando. Dos de los gobernadores más importantes del país (Hermes Binner, de Santa Fe, y Juan Schiaretti, de Córdoba), ya plantearon su apoyo a los reclamos, en una amplia movida política del campo para obtener respaldo de quienes gobiernan en el interior.

Pero también fueron claros, ambos, en la necesidad del diálogo.

Al cierre de esta edición, no parecía que esa instancia estuviera cerca. Quizás haya que esperar al próximo miércoles, cuando la Comisión de Enlace anunciará sus próximo pasos. O, probablemente, hasta el próximo fin de semana.

Para el domingo 25, ya se lanzó un acto del agro que espera ser multitudinario, en el Monumento a la Bandera, en Rosario. Aunque faltan 8 días, en estas circunstancias parece muchísimo tiempo.

Frigoríficos

La industria frigorífica exportadora está virtualmente parada por las limitaciones a los embarques impuestas por el Gobierno, dijeron a Clarín Rural fuentes del sector. En esa líneas, ayer, desde San Pablo, Joesley Mendonca Batista, titular del grupo JBS-Friboi, dueño en la Argentina, entre otros, de Swift, dijo -indicó la agencia Bloomberg- que podrían dar de baja mucho personal aquí si el Gobierno no libera los permisos de exportación. Consultadas por Clarín Rural, fuentes de la ONCCA dijeron que están liberando los ROE con normalidad.