Página 12 - Nota - El Mundo - Pag. 2
El ex obispo gano las elecciones presidenciales con su coalicion de centroizquierda
Lugo terminó con la dinastía colorada
En una jornada histórica, el candidato opositor obtuvo un claro triunfo sobre la candidata oficialista Blanca Ovelar y el ex general golpista Lino Oviedo. Prometió luchar contra la corrupción y desató una ola de festejos en todo el país.
Por Mercedes López San Miguel
Desde Asunción
Paraguay cambió el signo político luego de 61 años de reinado del Partido Colorado: la silla del Palacio de López quedó en poder de un obispo de perfil progresista. Fernando Lugo, líder de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), fue electo presidente con un 40,7 por ciento frente a la candidata oficialista Blanca Ovelar (30,8 por ciento) y el polémico general Lino Oviedo (22 por ciento), en una jornada en la que los paraguayos fueron masivamente a votar. A ellos se dirigió Lugo con un semblante que rebosaba felicidad. “Ustedes son culpables de la alegría del pueblo paraguayo. El 20 de abril marca una fecha histórica para todos. Escribimos una nueva página. De ahora en más este pueblo será conocido por su honestidad y no por su corrupción”, proclamó.
La emoción copó las calles de la ciudad de Asunción, sobre todo frente al Panteón de Los Héroes. Unas 50 mil personas llegaron al microcentro de la capital al grito de “Se siente, se siente Lugo presidente” y “Viva el Paraguay, viva”. Los fuegos artificiales y el sonido de bocinas comenzaron no bien se conocieron las primeras bocas de urna que daban ganador al candidato de la Alianza. En la sede del comando de Lugo, ubicada frente a la estación de ómnibus de la capital, los simpatizantes levantaron banderas del país mientras cantaban “borón bombón, borón bombón, el que no canta es Nicanor”, por el saliente presidente Duarte Frutos.
Lugo, secundado por su compañero de fórmula, Federico Franco, y el presidente de la Internacional Socialista, el chileno Luis Ayala, dio un discurso conciliador, pidiendo la unidad del pueblo paraguayo. “Cuando se ratifiquen los resultados en el cómputo oficial estaremos abiertos para construir la integración real de la región, el continente y el mundo. Nunca más un gobierno de clientelismo y prebendas”, dijo en medio de los aplausos.
Al cierre de esta edición seguía corriendo el cómputo rápido de los comicios, que ya ninguno de los contendientes cuestionaba. El Tribunal Electoral no iba a difundir los resultados de la elección de los diputados y senadores, así como de los gobernadores de 17 departamentos que ayer se renovaron. Sin embargo, no es prematuro decir que la izquierda ganó presencia política. Será clave a partir de hoy saber si la Alianza obtiene mayoría parlamentaria y la calidad del gabinete que confeccionará. Por lo pronto, el próximo ministro de Economía es un independiente, Dionisio Borda, ex ministro de Hacienda de Duarte Frutos.
“Que los colorados pierdan el poder entero es una novedad, nunca hubo una alternancia política que fortalezca la democracia”, señaló a este diario el analista Alfredo Boccia, columnista de Ultima Hora. Boccia dijo que Lugo recibirá presiones, dado que los funcionarios de toda la estructura político-económica siempre han sido colorados. El experto agregó que también habrá presiones en el seno de la Alianza, dado que está formada por una veintena de grupos sociales y campesinos –una suerte de izquierda setentista– y el Partido Liberal Radical, que históricamente ha sido la segunda fuerza del país.
“En estos comicios queda evidenciado que ya nadie piensa como los colorados, es el fin de una época”, afirmó por su parte la historiadora Milda Rivarola.
Los colorados tardaron en reconocer su derrota. A las 16.15 de la tarde, el jefe de campaña del Partido Colorado, Mario Benítez, salió a proclamar ganadora a su candidata, Ovelar. Pero tres horas más tarde, los sondeos de cinco medios y el sondeo rápido de datos (TREP) lo daban ganador al obispo opositor. Según fuentes del Tribunal Electoral, los apoderados del oficialismo se habían ido del TREP para no reconocer los resultados del conteo rápido. Pero Blanca Ovelar declaró anoche a las 21 horas local que reconocía el triunfo de Lugo. “Que perdamos las elecciones no significa que descreamos de la democracia. Celebramos la democracia.” Lo mismo hizo el general Lino Oviedo, pero evitó dar una conferencia de prensa.
Lugo fue el primer candidato en votar a las 7.11 de la mañana en la ciudad de Lambaré, en la periferia de la capital paraguaya. Con él estuvo la representante de las Madres de Plaza de Mayo, Hebe Bonafini. El obispo luego fue a la misa dominical en la parroquia Verbo Divino.