jueves, 13 de diciembre de 2007

13 de diciembre de 2007

NOTICIAS DE HOY


La Capital - Rosario


PS y Coalición Cívica, socios en el Congreso

A un día de la asunción de Hermes Binner como nuevo jefe de la Casa Gris de Santa Fe, jalonado en la foto por sonrientes hombres clave del núcleo kirchnerista (como el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el jefe del bloque en Diputados, Agustín Rossi), la nueva jefa del bloque socialista, Silvia Augsburger, se mostró con Patricia Bullrich y, entre otros, el diputado Adrián Pérez —a cargo del bloque Coalición Cívica— principales fogoneros del último armado electoral de Elisa Carrió, con que alcanzó más de 4 millones de votos el pasado 28 de octubre.

Lilitos y socialistas que responden a Rubén Giustiniani anunciaron la constitución de un interbloque tanto en Diputados como en Senadores. A último momento, el senador rosarino faltó a la cita "porque se estaba votando la emergencia económica en el Senado", explicaron. El acto se inscribe en la dimensión de gesto político, y busca reafirmar la lealtad hacia la jefa de la Coalición Cívica, aunque no traerá ninguna consecuencia práctica en el funcionamiento de ambas Cámaras. El interbloque como tal no constituye una nueva entidad jurídica.

De este modo, Giustiniani le concedió a Carrió lo que 10 legisladores de su propio ex partido, el ARI, le quitaron. Ocho diputados, incluida la rosarina Verónica Benas, y dos senadores constituyeron el ARI Autónomo, un espacio que no aceptó acompañar el espectacular viraje político de Carrió en los últimos tiempos.

Diferentes proyectos. La diferencias internas en el PS, y también el ARI, son políticas, de proyectos estratégicos, más que de matices o estilos. Por un lado, Hermes Binner, líder natural del socialismo, inauguró un paso histórico en una provincia clave, Santa Fe, y por el otro, Rubén Giustiniani, presidente del partido hasta abril próximo, controla un sector mayoritario del comité ejecutivo del PS. Además, también dan batalla los socialistas del distrito provincia de Buenos Aires, cada día más involucrados en el proyecto político kirchnerista, y referenciados en el vicejefe de Gabinete —y también diputado electo— Jorge Rivas, que a estas horas se recupera de gravísimas lesiones que sufrió en ocasión de un robo, y ahora se encuentra alojado en la clínica Fleni de Escobar.

Se trata de otra etapa de una ya vieja y soterrada confrontación interna en el Partido Socialista. El senador, y presidente del partido hasta abril próximo, temeroso de su propio opacamiento ante el espectacular crecimiento político de Binner a partir del triunfo en Santa Fe, firmó la integración del PS a una alianza controlada por dirigentes como Patricia Bullrich, jefa de campaña electoral, o Alfonso Prat Gay, candidateado a presidente para 2011 por la propia Elisa Carrió.

"Estos son los peores de todos", suele confesar en la intimidad el rosarino y por ahora presidente del PS, cuando se refiere a la pareja presidencial, tratando de justificar la integración del PS en la CC. "Resulta patético el gorilismo tardío de la Coalición Cívica, es como la vuelta a la Unión Democrática del ’46, sólo que ahora regresa como farsa", contesta el sector socialista de la provincia de Buenos Aires que fue prácticamente empujado, un paso más, hacia fuera del partido, en la última reunión de comité ejecutivo el pasado sábado.

Un momento difícil. Luego de tomar el bastón de mando santafesino, Hermes Binner fue explícito con algunos colegas de su partido enfrentados con Giustiniani que viajaron especialmente a Santa Fe para el acto de asunción: "Estamos pasando un momento difícil, están llevando una política equivocada —por Giustiniani y su sector—, pero hay que esperar, no romper por ahora", aconsejó, fiel a su estilo. Entre marzo y abril próximos, el PS elegirá por voto directo de los afiliados a la nueva conducción partidaria. Los socialistas K se ilusionan con que el propio Binner asuma la presidencia, una candidatura que nadie se atrevería a discutir. Sin embargo, el gobernador de Santa Fe no se comprará ese problema, justo cuando tiene la oportunidad de mostrar gestión provincial.

Giustiniani, como lo hizo en la semana posterior al histórico triunfo del 2 de septiembre, se abraza en estos días —luego de la asunción de Binner— a Carrió. Trata de colocar peso de su lado en el sube y baja del socialismo para evitar que el ahora gobernador aparezca nítido en las alturas, y para colmo en total armonía con la odiada pareja presidencial.