Apostillas
- Carancheo: "Reivindico la tarea de los abogados laboralistas, especialmente durante la dictadura, que litigaron para defender los derechos de los trabajadores. Pero negar el carancheo de ciertos abogados con los accidentes de los trabajadores y que hay grandes estudios patrocinantes es negar una realidad", sostuvo Agustín Rossi dirigiéndose a los diputados que se opusieron a la ley, muchos de ellos abogados especializados en le tema laboral.
- Equilibrio: El diputado Héctor Recalde se abstuvo en la votación y defendió su propio proyecto. Reivindicó la "tenacidad" de los abogados laboralistas que siguieron litigando en contra de la constitucionalidad que la Corte menemista le dio a la vieja ley de ART. Una situación que, según el propio Recalde, se revirtió "durante la primavera" que significó la renovación que Néstor Kirchner realizó en la Corte, cuya nueva composición terminó por dictar la inconstitucionalidad de la ley. El ex abogado de la CGT fue respaldado por sus compañeros de bloque. Fue reivindicado por Rossi y aplaudido en un reunión por la mañana.
- Internas: El diputado del Frente para la Victoria Facundo Moyano justificó su voto en contra mirando sus propios frentes internos. Recordó que los dirigentes sindicales "que aplauden la nueva ley de ART" fueron los mismos que apuraron a la presidenta Cristina Fernández para "que diera quórum" para aprobar la flexibilización laboral de Erman González en 1998, pero entonces la diputada nacional se negó. Luego señaló a "Rodolfo Daer, Rubén Pereyra (de Obras Sanitarias), Armando Cavalieri, Luis Barrionuevo, West Ocampo y el infaltable para entregar intereses y derechos de los trabajadores, Oscar Lescano", como los responsables de aquel apriete.
- Chiste: Facundo Moyano salió en un momento del recinto y aprovechó una entrevista con C5N para hablar de la foto de su padre, Hugo, con Mauricio Macri. "Me costaría mucho apoyarla, me costaría demasiado", dijo sobre una eventual fórmula entre el líder camionero y el jefe de Gobierno porteño. "Para mí es un chiste", completó el diputado y aclaró que la coincidencia de su padre y Macri en un acto "no significa de ninguna manera una alianza política".
- Disidentes: Una decena de integrante del bloque del Frente para la Victoria no acompañaron el proyecto oficial, pero expresaron su negativa sin votar en contra de la ley. Héctor Recalde se abstuvo; Facundo Moyano y Omar Plaíni se retiraron del recinto antes de la votación; otros, como el riojano Jorge Yoma, no acudieron a la cita en la Cámara baja. Sólo el socialista Jorge Rivas, que también forma parte del bloque, votó en contra.
- Homenaje: La sesión especial de ayer comenzó con un homenaje al ex presidente Néstor Kirchner, a dos años de su fallecimiento. La propuesta fue hacer un minuto de silencio, pero el bloque oficialista irrumpió con aplausos para recordar a su líder.
Tirada: 18200 |
25/10/2012 La Nación - Nota - Política - Pag. 6
Riesgos del trabajo / Día tenso en el Congreso
El kirchnerismo convirtió en ley el nuevo régimen para las ART
Contó con el apoyo del macrismo, pero recibió duras críticas del resto de la oposición, que vinculó la iniciativa con el menemismo y el neoliberalismo; el oficialismo exhibió algunas defecciones
Por Laura Serra
| LA NACION
Foto: Télam Más notas para entender este tema La incongruencia como normaQué cambia con la nueva legislaciónMoyano y Micheli marcharon juntos La de ayer no fue una sesión cómoda para el oficialismo en la Cámara de Diputados. Fuera del Congreso bramaba la marcha convocada por el jefe de la CGT Hugo Moyano y su colega de la CTA opositora, Pablo Micheli. Dentro del recinto el ambiente no era mejor: la mayoría de la oposición lo corría por izquierda al compararlo con el menemismo y acusarlo de pecar de neoliberal. El único apoyo que recibió en la votación final fue del bloque macrista.
En este clima, el kirchnerismo convirtió ayer en ley el proyecto de modificación del régimen de las aseguradoras de riesgos del trabajo (ART) al imponerse con 140 votos a favor y 83 en contra. Hubo una sola abstención: la del presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, Héctor Recalde , distanciado ya de Moyano, su ex jefe político, quien lo calificó públicamente de "servil" al Gobierno por facilitar la sanción de la ley (ver aparte).
La flamante norma, que responde a un antiguo reclamo del sector empresarial, establece nuevos montos indemnizatorios ante accidentes laborales y, lo que es crucial, elimina la llamada "doble vía", es decir, la facultad que hasta ahora tenía el trabajador afectado de reclamar a la ART por el resarcimiento tarifado que establecía la ley y, si éste no lo satisfacía, poder iniciar una causa judicial. Con esta ley, la opción es excluyente, es decir que el trabajador afectado podrá recurrir a la vía judicial, pero deberá renunciar a la reparación indemnizatoria por la vía del seguro.
Este punto fue el desencadenante de una catarata de críticas. No sólo de la oposición, que calificó la norma de inconstitucional por vedarle la "doble vía" al trabajador afectado, sino también de algunos de los diputados de origen sindical, como Facundo Moyano y Omar Plaini, todavía oficialistas, que se retiraron del recinto y no votaron la ley. Tampoco la apoyó el kirchnerista Jorge Rivas y estuvieron ausentes Jorge Yoma y la esposa del gobernador Daniel Peralta, Blanca Blanco.
"Esta ley es un engendro de la UIA, debería llamarse «proyecto de De Mendiguren», asestó Moyano. "Es bochornoso que únicamente los empresarios defiendan esta ley, que lo único que hace es subirles el precio a los brazos y a los ojos de los trabajadores."
El jefe del bloque de diputados oficialistas, Agustín Rossi, recogió el guante. "Nadie puede decir que esta ley desprotege a los trabajadores. A ellos les decimos que se duplican las indemnizaciones, que las van a cobrar de una sola vez y en 15 días. Nosotros venimos a resolver los problemas, por eso no tenemos contradicciones", se atajó Rossi, en un intento de refutar que la ley tenga un cuño "neoliberal" y "menemista", como le achacó la oposición. "Somos el bloque oficialista, no somos un bloque de librepensadores. Respaldaremos cada una de las políticas de este gobierno", insistió.
El único apoyo provino de Pro, que, en la voz de su jefe de bloque, Federico Pinedo, indicó que esta norma favorecerá a las pequeñas empresas, las más afectadas por los juicios laborales. "De todas maneras, esta ley queda en deuda con los trabajadores -señaló Julián Obiglio-. Sólo se apunta a reparar el daño y no a la prevención de los accidentes."
El resto del arco opositor, en cambio, tomó distancia de la norma . "No es otra cosa que regresar a la legislación de la década del 90", asestó el radical Ricardo Alfonsín, a lo que su colega del FAP Víctor De Gennaro agregó: "Los diputados de hoy no votan la ley del futuro, están votando igual que los 90: negocio y muerte. Votamos en contra porque queremos solidaridad y vida". "En lugar de seguir ampliando derechos lo que hace es restringir los derechos de los trabajadores", alertó Miguel Bazze (UCR). También la Coalición Cívica expresó su rechazo. "Hoy es un día negro para los trabajadores argentinos, por eso es que hoy festejan los empresarios", enfatizó Carlos Comi. También la diputada Margarita Stolbizer (GEN) tuvo un discurso duro, al decir que "es una ley hecha a la horma de los zapatos de los empresarios".
Una norma de impacto laboral
Los principales puntos de la ley de riesgos de trabajo
El fin de la doble vía
Establece la eliminación de la doble vía, por lo que el trabajador deberá optar en forma excluyente entre el cobro de la indemnización o el reclamo judicial
Cambio de fuero Quienes opten por litigar, el reclamo judicial se deberá hacer en el fuero civil, no en el laboral, como se hizo hasta ahora
Indemnización extra Si el daño se produce en el lugar de trabajo, el damnificado percibirá junto con los montos previstos en el régimen, una indemnización adicional de pago único en compensación por cualquier otro daño, equivalente al veinte por ciento de esa suma
Actualización Los importes que integran el régimen de reparación se ajustarán de manera general semestralmente
.
DEL EDITOR:qué significa.
Los gremios protestan; los empresarios aplauden. La reforma de la ley de las ART fue un trámite amargo para el kirchnerismo. Una ley sin épica
Tirada: 152000 Difusión: 638400 |
25/10/2012 Ambito Financiero - Nota - Economía - Pag. 3
La aprobó ayer diputados. El PRO votó junto al Kirchnerismo. Podrían volver recursos para abrir doble vía
Es ley fin de la industria de juicios por accidentes
Agustín Rossi, rodeado ayer de Juliana Di Tullio y Mabel Müller, recibió ayuda del PRO para votar la ley de ART. Sandra Mendoza y Héctor Recalde se quedaron como soldados en el recinto, como Roberto Feletti y Julián Domínguez. Afuera marchaban la CGT de Hugo Moyano y la CTA en contra de la nueva ley.
Diputados convirtió ayer en ley la reforma al régimen de ART que intente frenar la industria del juicio al eliminar la doble vía que permitía hasta ahora que un damnificado por accidente de trabajo cobrara la indemnización en la Aseguradora de Riesgos de Trabajo y luego fuera por más a la Justicia laboral.
El proyecto refuerza los montos indemnizatorios que fija el régimen de las ART y al mismo tiempo elimina la posibilidad de abrir las dos vías para obtener una indemnización (se deberá optar por alguna de ellas) y fija que el procedimiento de reparación deberá cursar por el Fuero Civil y no Laboral, como hasta ahora. La oposición cree que la ley sólo les hará ganar tiempo a las empresas que soportan hoy olas de juicios por los fallos de la Corte Suprema que habilitaron la reparación civil más allá de las indemnizaciones de las ART y al Gobierno, hasta que comiencen a presentarse recursos por inconstitucionalidad contra esta nueva ley por cerrar la «doble vía», tal como sucedió con el régimen original de ART.
El debate de ayer tuvo algunas curiosidades y problemas para el kirchnerismo. Una rareza fue el acuerdo que permitió sumar, a las 20.10, 139 votos positivos con el kirchnerismo, sus aliados y el PRO, contra 82 rechazos y dos abstenciones de la oposición.
En ese núcleo en contra estuvieron el radicalismo, el FAP, el Frente Peronista, la Coalición Cívica y Proyecto Sur. Pero también hubo algún kirchnerista.
El caso más llamativo fue el del socialista Jorge Rivas, que votó en contra de la modificación de la Ley de Riesgos del Trabajo considerando que «a pesar de que actualiza los montos de las indemnizaciones, el proyecto significa un retroceso en cuanto a los derechos de los trabajadores, al impedirles acudir al fuero laboral en los casos en que la indemnización no resultare justa para ellos, lo que es violatorio de sus derechos constitucionales».
Tampoco apoyó el presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, Héctor Recalde: decidió abstenerse ya que había presentado un dictamen de minoría, similar al pedido por Hugo Moyano, el debate por las ART fue el que produjo, hace una semana, la pelea pública entre Moyano y su exasesor Recalde en medio de toda la comisión.
Finalmente, Facundo Moyano y Omar Plaíni se ausentaron en el momento de la votación.
Mientras el debate avanzaba en el recinto de Diputados, en la calle Moyano y Pablo Micheli volvían a sellar su alianza con una marcha alrededor del Palacio del Congreso en contra de la ley.
A ellos pareció hablarles Agustín Rossi, presidente del bloque kirchnerista, cuando al cierre del debate dijo: «Se van a arrepentir de no acompañar este proyecto, como se arrepintieron de no votar la movilidad jubilatoria. Nadie puede decir que este proyecto va en contra de los trabajadores».
«Nosotros somos el bloque oficialista, no somos libres pensadores, no somos parte de una entelequia, somos parte de un proyecto político», insistió Rossi.
Como jefe de bloque, Federico Pinedo defendió el apoyo del PRO, lo que reforzó en el ambiente la idea de que el proyecto de Cristina de Kirchner había venido de un acuerdo con la Unión Industrial más que con alguna de las CGT: «Creemos que es bueno generar previsibilidad en el ámbito laboral y por eso vamos a acompañar en general y con disidencias en particular», dijo Pinedo. Pero se quejó del «maltrato innecesario que le ha prodigado el oficialismo a toda la oposición durante la discusión de este proyecto. El proyecto es menos bueno de lo que podría haber sido».
En contra, Ricardo Gil Lavedra argumentó: «Se está desperdiciando una oportunidad de sancionar una ley que sirva. No sólo no va a solucionar los problemas, sino que los va a agravar».
Por Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas aseguró que «el trabajador está en una abismal disparidad frente al tremendo poder económico». Y fue Víctor De Gennaro el que adelantó un escenario que opositores y juristas ya dan por descontado: «esta ley es inconstitucional», dijo.
La aprobó ayer diputados. El PRO votó junto al Kirchnerismo. Podrían volver recursos para abrir doble vía
Es ley fin de la industria de juicios por accidentes
Agustín Rossi, rodeado ayer de Juliana Di Tullio y Mabel Müller, recibió ayuda del PRO para votar la ley de ART. Sandra Mendoza y Héctor Recalde se quedaron como soldados en el recinto, como Roberto Feletti y Julián Domínguez. Afuera marchaban la CGT de Hugo Moyano y la CTA en contra de la nueva ley.
Diputados convirtió ayer en ley la reforma al régimen de ART que intente frenar la industria del juicio al eliminar la doble vía que permitía hasta ahora que un damnificado por accidente de trabajo cobrara la indemnización en la Aseguradora de Riesgos de Trabajo y luego fuera por más a la Justicia laboral.
El proyecto refuerza los montos indemnizatorios que fija el régimen de las ART y al mismo tiempo elimina la posibilidad de abrir las dos vías para obtener una indemnización (se deberá optar por alguna de ellas) y fija que el procedimiento de reparación deberá cursar por el Fuero Civil y no Laboral, como hasta ahora. La oposición cree que la ley sólo les hará ganar tiempo a las empresas que soportan hoy olas de juicios por los fallos de la Corte Suprema que habilitaron la reparación civil más allá de las indemnizaciones de las ART y al Gobierno, hasta que comiencen a presentarse recursos por inconstitucionalidad contra esta nueva ley por cerrar la «doble vía», tal como sucedió con el régimen original de ART.
El debate de ayer tuvo algunas curiosidades y problemas para el kirchnerismo. Una rareza fue el acuerdo que permitió sumar, a las 20.10, 139 votos positivos con el kirchnerismo, sus aliados y el PRO, contra 82 rechazos y dos abstenciones de la oposición.
En ese núcleo en contra estuvieron el radicalismo, el FAP, el Frente Peronista, la Coalición Cívica y Proyecto Sur. Pero también hubo algún kirchnerista.
El caso más llamativo fue el del socialista Jorge Rivas, que votó en contra de la modificación de la Ley de Riesgos del Trabajo considerando que «a pesar de que actualiza los montos de las indemnizaciones, el proyecto significa un retroceso en cuanto a los derechos de los trabajadores, al impedirles acudir al fuero laboral en los casos en que la indemnización no resultare justa para ellos, lo que es violatorio de sus derechos constitucionales».
Tampoco apoyó el presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo, Héctor Recalde: decidió abstenerse ya que había presentado un dictamen de minoría, similar al pedido por Hugo Moyano, el debate por las ART fue el que produjo, hace una semana, la pelea pública entre Moyano y su exasesor Recalde en medio de toda la comisión.
Finalmente, Facundo Moyano y Omar Plaíni se ausentaron en el momento de la votación.
Mientras el debate avanzaba en el recinto de Diputados, en la calle Moyano y Pablo Micheli volvían a sellar su alianza con una marcha alrededor del Palacio del Congreso en contra de la ley.
A ellos pareció hablarles Agustín Rossi, presidente del bloque kirchnerista, cuando al cierre del debate dijo: «Se van a arrepentir de no acompañar este proyecto, como se arrepintieron de no votar la movilidad jubilatoria. Nadie puede decir que este proyecto va en contra de los trabajadores».
«Nosotros somos el bloque oficialista, no somos libres pensadores, no somos parte de una entelequia, somos parte de un proyecto político», insistió Rossi.
Como jefe de bloque, Federico Pinedo defendió el apoyo del PRO, lo que reforzó en el ambiente la idea de que el proyecto de Cristina de Kirchner había venido de un acuerdo con la Unión Industrial más que con alguna de las CGT: «Creemos que es bueno generar previsibilidad en el ámbito laboral y por eso vamos a acompañar en general y con disidencias en particular», dijo Pinedo. Pero se quejó del «maltrato innecesario que le ha prodigado el oficialismo a toda la oposición durante la discusión de este proyecto. El proyecto es menos bueno de lo que podría haber sido».
En contra, Ricardo Gil Lavedra argumentó: «Se está desperdiciando una oportunidad de sancionar una ley que sirva. No sólo no va a solucionar los problemas, sino que los va a agravar».
Por Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas aseguró que «el trabajador está en una abismal disparidad frente al tremendo poder económico». Y fue Víctor De Gennaro el que adelantó un escenario que opositores y juristas ya dan por descontado: «esta ley es inconstitucional», dijo.
Tirada: 16700 |
25/10/2012 El Cronista Comercial - Nota - Economía & Política - Pag. 4
EL RADICALISMO Y EL FAP SE OPUSIERON MIENTRAS QUE EL SINDICALISMO VOTÓ DIVIDIDO
El Gobierno impuso la nueva Ley de ART y sumó al bloque del PRO
La norma tuvo 140 votos a favor, 83 en contra y la abstención de Héctor Recalde, ex abogado de la CGT. El oficialismo negó que fuera un retroceso para los trabajadores
NOELIA BARRAL GRIGERA Buenos Aires
Con el apoyo del PRO, la mayoría kirchnerista en la Cámara de Diputados convirtió anoche en ley la modificación al régimen de ART por 140 votos a favor, 83 en contra y la sola abstención de Héctor Recalde. La norma cierra la puerta a que el trabajador accidentado pueda recurrir a la Justicia si optó antes por el resarcimiento de las aseguradoras; además de aumentar los montos indemnizatorios y ampliar la cantidad de enfermedades cubiertas (Ver aparte).
Fueron ocho horas de un debate en que los bloques opositores cuestionaron con dureza al oficialismo porque, aseguraron, la ley perjudicará a los trabajadores.
La UCR, el Frente Amplio Progresista (FAP), el Frente Peronista y hasta integrantes del propio bloque kirchnerista como Jorge Rivas, además del cegetista Facundo Moyano, denostaron la ley. "Yo no la voy a votar. Es bochornoso. Vemos a empresarios defender este proyecto de ley, que se tiene que llamar proyecto De Mendiguren", sostuvo el sindicalista, en referencia al titular de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Además, criticó el apoyo del PRO al proyecto, horas después de que su padre, Hugo Moyano, compartiera una foto de fuerte peso político con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
"Una foto de ninguna manera es una alianza política. Los diputados del PRO votan el proyecto.
Eso va a demostrar si tuvo efecto la reunión con Macri", aseguró en tono irónico ya fuera del recinto.
Él y el otro diputado cegetista, Omar Plaini, no ayudaron al oficialismo a lograr el quórum y solo estuvieron en el recinto los 10 minutos que duró el discurso de Moyano. Tampoco Recalde colaboró con el quórum, que el oficialismo consiguió en soledad, casi al filo del plazo y con exactos 129 diputados sentados en sus bancas. Sin embargo, el abogado laboralista participó de todo el debate y, tras abstenerse en la votación general, rechazó los artículos 4, 9 y parte de 16.
De los otros diputados de extracción sindical que integran la Cámara, Carlos Gdansky (FpV) votó a favor; Víctor De Gennaro (FAP) lo hizo en contra; y Alberto Roberti (Frente Peronista) estuvo ausente. "Este proyecto no habla nada de los ocho millones que quedan afuera. Trabajadores rurales, empleadas domésticas, pasantes. ¡Si me hubieran dicho que íbamos a discutir los derechos de los trabajadores con el Congreso vallado no lo hubiera creído!", se quejó De Gennaro.
Por el radicalismo, en tanto, Ricardo Alfonsín consideró que la norma "es un negocio extraordinario para las ART, que no va a resolver el problema de las Pymes ni de los empleadores"; mientras que el jefe del bloque, Ricardo Gil Lavedra, advirtió que la ley "no va a bajar la litigiosidad" porque tiene "tufillos de los 90".
Solo defendieron el proyecto los kirchneristas y los macristas.
"Creemos que es bueno que se hayan aumentado las indemnizaciones de manera sustancial, que exista actualización permanente de estas reparaciones, permitir la asegurabilidad de los riesgos del trabajo y generar previsibilidad para que haya más trabajo", explicó Federico Pinedo.
El jefe del bloque PRO batalló hasta último minuto para que su bancada vote unificada a favor del texto ante el descontento de varios de sus legisladores. "Nosotros no podemos votar nada que favorezca al Gobierno", se quejaban en voz baja algunos macristas.
Sobre el final de la sesión y de la mano de Agustín Rossi llegó la defensa más enfática del proyecto.
"Lo que menos se dijo acá es que un trabajador va a tener un accidente y va a cobrar lo que le corresponde de forma inmediata", se quejó el titular del bloque kirchnerista, que ante los embates aclaró: "Nosotros somos oficialistas, no somos librepensadores.
Somos parte de un proyecto político".
Afuera, Moyano junto a la CTA
"Esto es lo mismo que la ley Banelco, es una ley que va en contra de la salud de los trabajadores que es nuestro único capital", gritó enfurecido Hugo Moyano desde un escenario montado frente a un Congreso vallado, mientras se iniciaba el debate parlamentario en la Cámara baja por la nueva Ley sobre Riesgos de Trabajo. El Camionero, al frente de una protesta conjunta de la CGT y la CTA opositoras, arremetió contra el proyecto kirchnerista en la calle recordando la norma que disparó el caso de sobornos en el Senado durante el gobierno de Fernando de la Rúa. Además, diferenció la "disciplina doctrinaria", de la "partidaria".
A su lado, Pablo Micheli, de la CTA, aseguró que "la mayoría de los trabajadores están en contra de la reforma".
EL RADICALISMO Y EL FAP SE OPUSIERON MIENTRAS QUE EL SINDICALISMO VOTÓ DIVIDIDO
El Gobierno impuso la nueva Ley de ART y sumó al bloque del PRO
La norma tuvo 140 votos a favor, 83 en contra y la abstención de Héctor Recalde, ex abogado de la CGT. El oficialismo negó que fuera un retroceso para los trabajadores
NOELIA BARRAL GRIGERA Buenos Aires
Con el apoyo del PRO, la mayoría kirchnerista en la Cámara de Diputados convirtió anoche en ley la modificación al régimen de ART por 140 votos a favor, 83 en contra y la sola abstención de Héctor Recalde. La norma cierra la puerta a que el trabajador accidentado pueda recurrir a la Justicia si optó antes por el resarcimiento de las aseguradoras; además de aumentar los montos indemnizatorios y ampliar la cantidad de enfermedades cubiertas (Ver aparte).
Fueron ocho horas de un debate en que los bloques opositores cuestionaron con dureza al oficialismo porque, aseguraron, la ley perjudicará a los trabajadores.
La UCR, el Frente Amplio Progresista (FAP), el Frente Peronista y hasta integrantes del propio bloque kirchnerista como Jorge Rivas, además del cegetista Facundo Moyano, denostaron la ley. "Yo no la voy a votar. Es bochornoso. Vemos a empresarios defender este proyecto de ley, que se tiene que llamar proyecto De Mendiguren", sostuvo el sindicalista, en referencia al titular de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Además, criticó el apoyo del PRO al proyecto, horas después de que su padre, Hugo Moyano, compartiera una foto de fuerte peso político con el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.
"Una foto de ninguna manera es una alianza política. Los diputados del PRO votan el proyecto.
Eso va a demostrar si tuvo efecto la reunión con Macri", aseguró en tono irónico ya fuera del recinto.
Él y el otro diputado cegetista, Omar Plaini, no ayudaron al oficialismo a lograr el quórum y solo estuvieron en el recinto los 10 minutos que duró el discurso de Moyano. Tampoco Recalde colaboró con el quórum, que el oficialismo consiguió en soledad, casi al filo del plazo y con exactos 129 diputados sentados en sus bancas. Sin embargo, el abogado laboralista participó de todo el debate y, tras abstenerse en la votación general, rechazó los artículos 4, 9 y parte de 16.
De los otros diputados de extracción sindical que integran la Cámara, Carlos Gdansky (FpV) votó a favor; Víctor De Gennaro (FAP) lo hizo en contra; y Alberto Roberti (Frente Peronista) estuvo ausente. "Este proyecto no habla nada de los ocho millones que quedan afuera. Trabajadores rurales, empleadas domésticas, pasantes. ¡Si me hubieran dicho que íbamos a discutir los derechos de los trabajadores con el Congreso vallado no lo hubiera creído!", se quejó De Gennaro.
Por el radicalismo, en tanto, Ricardo Alfonsín consideró que la norma "es un negocio extraordinario para las ART, que no va a resolver el problema de las Pymes ni de los empleadores"; mientras que el jefe del bloque, Ricardo Gil Lavedra, advirtió que la ley "no va a bajar la litigiosidad" porque tiene "tufillos de los 90".
Solo defendieron el proyecto los kirchneristas y los macristas.
"Creemos que es bueno que se hayan aumentado las indemnizaciones de manera sustancial, que exista actualización permanente de estas reparaciones, permitir la asegurabilidad de los riesgos del trabajo y generar previsibilidad para que haya más trabajo", explicó Federico Pinedo.
El jefe del bloque PRO batalló hasta último minuto para que su bancada vote unificada a favor del texto ante el descontento de varios de sus legisladores. "Nosotros no podemos votar nada que favorezca al Gobierno", se quejaban en voz baja algunos macristas.
Sobre el final de la sesión y de la mano de Agustín Rossi llegó la defensa más enfática del proyecto.
"Lo que menos se dijo acá es que un trabajador va a tener un accidente y va a cobrar lo que le corresponde de forma inmediata", se quejó el titular del bloque kirchnerista, que ante los embates aclaró: "Nosotros somos oficialistas, no somos librepensadores.
Somos parte de un proyecto político".
Afuera, Moyano junto a la CTA
"Esto es lo mismo que la ley Banelco, es una ley que va en contra de la salud de los trabajadores que es nuestro único capital", gritó enfurecido Hugo Moyano desde un escenario montado frente a un Congreso vallado, mientras se iniciaba el debate parlamentario en la Cámara baja por la nueva Ley sobre Riesgos de Trabajo. El Camionero, al frente de una protesta conjunta de la CGT y la CTA opositoras, arremetió contra el proyecto kirchnerista en la calle recordando la norma que disparó el caso de sobornos en el Senado durante el gobierno de Fernando de la Rúa. Además, diferenció la "disciplina doctrinaria", de la "partidaria".
A su lado, Pablo Micheli, de la CTA, aseguró que "la mayoría de los trabajadores están en contra de la reforma".
Tirada: 14300 |
25/10/2012 BAE - Nota - Argentina - Pag. 6
La Cámara baja convirtió en ley las modificaciones impulsadas por el Gobierno sobre riesgos del trabajo
La norma se aprobó con 139 votos a favor, 83 en contra y dos abstenciones
Tras un arduo debate, se aprobó la ley que establece una "vía excluyente", eleva los montos indemnizatorios y prevé actualizarlos periódicamente.
Con un unificado rechazo de la oposición, a excepción del sorpresivo apoyo de PRO, el kirchnerismo dio sanción definitiva a la reforma de la Ley de Riesgos del Trabajo que presentara la presidenta Cristina Fernández en el Día de la Industria.
"La actual situación del sistema perjudica a los trabajadores y las pequeñas y medianas empresas y beneficia a las ART. El voto negativo es sostener esta situación", disparó el jefe del bloque del Frente para la Victoria (FpV), Agustín Rossi, luego de escuchar durante toda la tarde las críticas de la oposición.
"Nos da vergüenza que un trabajador que tenga un accidente tenga que recorrer los pasillos de Tribunales para tener una indemnización justa, queremos dársela nosotros", enfatizó Rossi, al tiempo que afirmó que "en el 2003 prometimos un país normal y con leyes como ésta estamos tratando de construirlo".
Previamente, el diputado del Frente para la Victoria por Chubut, Mario Pais, sostuvo al hablar como miembro informante por la mayoría que la iniciativa busca "una indemnización justa, equilibrada e integral" de los trabajadores que sufran accidentes laborales.
Antes, el presidente del bloque PRO, Federico Pinedo, había adelantado que el macrismo iba a respaldar la iniciativa en la votación en general. Entendió que "deja abierta la vía judicial" y a su vez permite "que los accidentes sean asegurables".
"Creemos que es bueno permitir la asegurabilidad de los riesgos de trabajo, que se suban los montos indemnizatorios y que se cree previsibilidad".
El respaldo macrista, el único de todos los espacios opositores, generó en su momento comentarios con sorna de los bloques de centroizquierda hacia el oficialismo. Finalmente, la ley se aprobó con 139 votos positivos contra 83 negativos y dos abstenciones. El oficialismo logró el apoyo de la mayoría de sus habituales aliados, aunque sufrió algunas bajas: los diputados Héctor Recalde, Facundo Moyano, Omar Plaini y Jorge Rivas no acompañaron la iniciativa.
Moyano y Plaini, del sector de la CGT Azopardo que lidera el camionero Hugo Moyano, expresaron su rechazo a la norma y se fueron del recinto antes de que se realizara la votación. Recalde y Rivas se quedaron, y mientras el primero se abstuvo en general y votó en contra en algunos puntos en particular, el segundo directamente se expresó en contra.
"Esto debería llamarse 'proyecto De Mendiguren'", dijo el titular del gremio de peajes.
La oposición apuntó en dos direcciones: una política y otra jurídica.
En la primera, entienden que es una respuesta a los sectores empresarios y que beneficia a las ART, "un mercado que el año pasado recaudó $13.000 millones" y en el que "seis empresas controlan el 64% de esa facturación", como apuntó el economista Claudio Lozano (FAP). Por el otro, que el articulado no resuelve las inconstitucionalidades señaladas por la Corte Suprema en varios fallos, por lo que el alto grado de litigiosidad en accidentes de trabajo se mantendrá.
Principalmente, por la eliminación de la doble vía (el resarcimiento de la ART y la posterior instancia judicial) y por la imposición del fuero civil para esos reclamos.
La Cámara baja convirtió en ley las modificaciones impulsadas por el Gobierno sobre riesgos del trabajo
La norma se aprobó con 139 votos a favor, 83 en contra y dos abstenciones
Tras un arduo debate, se aprobó la ley que establece una "vía excluyente", eleva los montos indemnizatorios y prevé actualizarlos periódicamente.
Con un unificado rechazo de la oposición, a excepción del sorpresivo apoyo de PRO, el kirchnerismo dio sanción definitiva a la reforma de la Ley de Riesgos del Trabajo que presentara la presidenta Cristina Fernández en el Día de la Industria.
"La actual situación del sistema perjudica a los trabajadores y las pequeñas y medianas empresas y beneficia a las ART. El voto negativo es sostener esta situación", disparó el jefe del bloque del Frente para la Victoria (FpV), Agustín Rossi, luego de escuchar durante toda la tarde las críticas de la oposición.
"Nos da vergüenza que un trabajador que tenga un accidente tenga que recorrer los pasillos de Tribunales para tener una indemnización justa, queremos dársela nosotros", enfatizó Rossi, al tiempo que afirmó que "en el 2003 prometimos un país normal y con leyes como ésta estamos tratando de construirlo".
Previamente, el diputado del Frente para la Victoria por Chubut, Mario Pais, sostuvo al hablar como miembro informante por la mayoría que la iniciativa busca "una indemnización justa, equilibrada e integral" de los trabajadores que sufran accidentes laborales.
Antes, el presidente del bloque PRO, Federico Pinedo, había adelantado que el macrismo iba a respaldar la iniciativa en la votación en general. Entendió que "deja abierta la vía judicial" y a su vez permite "que los accidentes sean asegurables".
"Creemos que es bueno permitir la asegurabilidad de los riesgos de trabajo, que se suban los montos indemnizatorios y que se cree previsibilidad".
El respaldo macrista, el único de todos los espacios opositores, generó en su momento comentarios con sorna de los bloques de centroizquierda hacia el oficialismo. Finalmente, la ley se aprobó con 139 votos positivos contra 83 negativos y dos abstenciones. El oficialismo logró el apoyo de la mayoría de sus habituales aliados, aunque sufrió algunas bajas: los diputados Héctor Recalde, Facundo Moyano, Omar Plaini y Jorge Rivas no acompañaron la iniciativa.
Moyano y Plaini, del sector de la CGT Azopardo que lidera el camionero Hugo Moyano, expresaron su rechazo a la norma y se fueron del recinto antes de que se realizara la votación. Recalde y Rivas se quedaron, y mientras el primero se abstuvo en general y votó en contra en algunos puntos en particular, el segundo directamente se expresó en contra.
"Esto debería llamarse 'proyecto De Mendiguren'", dijo el titular del gremio de peajes.
La oposición apuntó en dos direcciones: una política y otra jurídica.
En la primera, entienden que es una respuesta a los sectores empresarios y que beneficia a las ART, "un mercado que el año pasado recaudó $13.000 millones" y en el que "seis empresas controlan el 64% de esa facturación", como apuntó el economista Claudio Lozano (FAP). Por el otro, que el articulado no resuelve las inconstitucionalidades señaladas por la Corte Suprema en varios fallos, por lo que el alto grado de litigiosidad en accidentes de trabajo se mantendrá.
Principalmente, por la eliminación de la doble vía (el resarcimiento de la ART y la posterior instancia judicial) y por la imposición del fuero civil para esos reclamos.
Tirada: 10700 |
25/10/2012 Tiempo Argentino - Nota - Editorial - Pag. 19
el líder de la cgt opositora en campaña
Las rosas blancas de Hugo Moyano
El terreno político lo lleva a sacarse fotos con personajes que hasta no hace mucho denostaba o enfrentaba.
Ana Vainman | periodista
El líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, ya está definitivamente lanzado a la arena política. El 2013 y por qué no 2015 son los objetivos de toda movida que hace. El terreno político –tan distinto del sindical– lo lleva a reunirse y sacarse fotos con personajes que hasta no hace mucho el propio camionero denostaba, ninguneaba o enfrentaba, según el caso.
Regalar rosas blancas es símbolo de amistad, de pureza y de inocencia. Este significado probablemente antecediera al poema de José Martí, que inmortalizó a la rosa blanca como emblema del intercambio abierto y veraz.
"Cultivo una rosa blanca / En julio como en enero / Para el amigo sincero / Que me da su mano franca", escribió el poeta cubano a fines del siglo XIX. El gesto del jefe de gobierno porteño Mauricio Macri de regalarle frente a las cámaras a Moyano una rosa blanca no parece ser producto de un irónico homenaje a las palabras de Martí y si lo fue, es un acto de inteligencia ante el cual hay que sacarse el sombrero.
Sin embargo, sí puede leerse una clara señal en ese intercambio, que se reiteró en varias ocasiones en los últimos días. En esta nueva etapa de construcción política, Moyano repartió intangibles rosas blancas en distintos espacios que no solía frecuentar. Estar sentado en una mesa de la cena inaugural del 48º Coloquio de Idea, marchar junto al titular de la CTA opositora, Pablo Micheli, y pensar en una fórmula electoral conjunta con Macri son algunas de las impensadas rosas blancas que el líder camionero repartió en los últimos días.
Justo en el Día de la Lealtad, Moyano se hizo una corrida hasta su natal Mar del Plata para concurrir al cónclave empresario más importante del año.
Aun cuando fuera con la excusa de cruzarse con el ex presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva –a quien el camionero aspira a imitar–, no tuvo empacho en compartir un lomo envuelto en jamón crudo con muchos hombres de empresa a quienes les bloqueó fábricas en conflictos pasados y a quienes cuestionó por avasallar los derechos de los trabajadores. También aprovechó la ocasión para seguir criticando al gobierno en general y a la presidenta Cristina Fernández en particular.
El acercamiento con la CTA de Micheli es la más rescatable de las movidas del camionero, según sus más cercanos colaboradores.
Es una estrategia que no se corre mucho del terreno sindical y responde a reclamos concretos, en lo que los caciques sindicales llaman "unidad en la acción". Lo que aglutina a Moyano con Micheli es la exigencia de elevar el mínimo no imponible del Impues- to a las Ganancias, la universalización de las asignaciones familiares y la defensa del poder adquisitivo del salario frente a la inflación. Pero también los acercó el rechazo al proyecto de ley para modificar parte del sistema de riesgos de trabajo que el Poder Ejecutivo Nacional envió al Congreso y que fue aprobado ayer en la cámara de Diputados.
Esta proximidad entre Moyano y Micheli despierta suspicacias, sobre todo por los lugares desde los que cada uno miró al otro en el pasado. Desde el moyanismo, se ninguneó sistemáticamente a la CTA, cuando era una sola y reclamaba la personería gremial. Moyano y sus colaboradores se ocuparon de operar abierta y solapadamente para que eso no ocurriera.
Desde toda la CTA –y especialmente desde el sector que conduce Micheli– se cuestionó siempre el modelo sindical que defendía y practicaba Moyano. Sin embargo, ahora parecen haberse olvidado esas diferencias en lo que ambos sectores entienden como "objetivos comunes".
La famosa foto entre Moyano y Macri es un capítulo aparte y es el mensaje más claro de la faceta política que quiere mostrar el camionero desde que propuso la llegada de "un trabajador a la Casa Rosada" a mediados del año pasado. Después de ese encuentro en la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), que conduce el duhaldista y ahora principal aliado sindical de Moyano, Gerónimo "El Momo" Venegas, Macri se animó a decir, sin sonrojarse, que con el líder camionero lo une "creer en lo mismo" y profesar una similar "cultura del trabajo".
Muchos de los colaboradores de Moyano salieron a decir que no hay que confundir una foto con una película, que el hecho de que el camionero se hubiera retratado intercambiando flores (en el sentido literal de la frase y no en el metafórico) con el jefe de gobierno porteño no implicaba nada de manera directa en términos políticos. Pero fue el propio Moyano quien desmintió a sus aliados menos de 24 horas después: habló de la posibilidad de "una actitud de pacto o acuerdo" con Macri y otros peronistas. Es más, se permitió bromear con la posibilidad de una conjunción electoral entre él y el jefe de gobierno porteño. "Sería la fórmula perfecta", dijo Moyano. Muchos de los hombres cercanos al camionero están escondidos debajo de la alfombra desde entonces.
Lo que tal vez no sabía Moyano cuando hizo el chiste sobre su posible fórmula con Macri es que los representantes del PRO que concurrieron al Coloquio de Idea departieron gratamente sorprendidos sobre los beneficios del nuevo proyecto de ley de ART que transformó en ley anoche la Cámara de Diputados. "Por fin", decían algunos. "Era hora de que se termine la industria del juicio", aseguraban otros, mientras degustaban ostras con champagne en el foyer del Hotel Sheraton de Mar del Plata y agradecían secretamente las gestiones del titular de la Unión In- dustrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, para convencer a la presidenta de mandar el articulado.
Tal vez Moyano podría haberse enojado de la misma manera que lo hizo con su ex aliado Héctor Recalde con los dirigentes del PRO. La diferencia está en que el primero no apoyó el dictamen que vino del Senado y votó en contra en el recinto y los segundos sí lo hicieron.
El proyecto de ley que envió el Ejecutivo despertó toda clase de conflictos hacia adentro y hacia afuera del kirchnerismo. Ocurre que el articulado no cambia el concepto de la norma hacia la prevención –lo que podría contribuir a la disminución de las 7500 muertes de trabajadores por año que denuncian en la CTA Micheli– y elimina la posibilidad de que el empleado accidentado (o si familia, si muriera) reciba la indemnización correspondiente por el sistema de aseguradoras de riesgos de trabajo y además recurra a la justicia si considera que el monto es insuficiente.
Esta opción al cúmulo fue habilitada por la Corte Suprema de Justicia en 2004 y con el proyecto del Ejecutivo, la doble vía se elimina.
Además, como explicó el diputado socialista Jorge Rivas al indicar que no votaría la iniciativa, con esta ley se echó a la alcantarilla la posibilidad de hacer una reforma integral del sistema de riesgos de trabajo, concebido en plena década menemista y bajo los preceptos flexibilizadores y privatizadores que regían entonces. Con la 24.557 se creó un sistema de operadores e intermediarios que lucraban con la prestación de servicios médicos e indemnizaciones. Estas aseguradoras tuvieron ganancias que rondaron, sólo en 2011, los $ 12.700 millones. En los últimos diez años esos ingresos totalizaron $ 45.182 millones, lo que implica una suba de casi el 1500 por ciento.
Mientras tanto, en la CGT Balcarce se guarda un silencio casi absoluto respecto de la norma. Quien no guarda silencio es el titular del gremio de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, quien osó dar un ultimátum al gobierno en torno a la suba del mínimo ni imponible de Ganancias. Dicen que el exabrupto le costó a la CGT del metalúrgico Antonio Caló la suspensión de un encuentro que tenían previsto con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina y mantiene en veremos reuniones con otros funcionarios.
Por el momento, tendrán que contentarse con la convocatoria el próximo lunes por parte del gobierno a un encuentro entre representantes empresarios y gremiales para acordar la ampliación de la lista de enfermedades profesionales con la incorporación de coberturas para casos de lumbalgia, hernias inguinales y várices.
el líder de la cgt opositora en campaña
Las rosas blancas de Hugo Moyano
El terreno político lo lleva a sacarse fotos con personajes que hasta no hace mucho denostaba o enfrentaba.
Ana Vainman | periodista
El líder de la CGT opositora, Hugo Moyano, ya está definitivamente lanzado a la arena política. El 2013 y por qué no 2015 son los objetivos de toda movida que hace. El terreno político –tan distinto del sindical– lo lleva a reunirse y sacarse fotos con personajes que hasta no hace mucho el propio camionero denostaba, ninguneaba o enfrentaba, según el caso.
Regalar rosas blancas es símbolo de amistad, de pureza y de inocencia. Este significado probablemente antecediera al poema de José Martí, que inmortalizó a la rosa blanca como emblema del intercambio abierto y veraz.
"Cultivo una rosa blanca / En julio como en enero / Para el amigo sincero / Que me da su mano franca", escribió el poeta cubano a fines del siglo XIX. El gesto del jefe de gobierno porteño Mauricio Macri de regalarle frente a las cámaras a Moyano una rosa blanca no parece ser producto de un irónico homenaje a las palabras de Martí y si lo fue, es un acto de inteligencia ante el cual hay que sacarse el sombrero.
Sin embargo, sí puede leerse una clara señal en ese intercambio, que se reiteró en varias ocasiones en los últimos días. En esta nueva etapa de construcción política, Moyano repartió intangibles rosas blancas en distintos espacios que no solía frecuentar. Estar sentado en una mesa de la cena inaugural del 48º Coloquio de Idea, marchar junto al titular de la CTA opositora, Pablo Micheli, y pensar en una fórmula electoral conjunta con Macri son algunas de las impensadas rosas blancas que el líder camionero repartió en los últimos días.
Justo en el Día de la Lealtad, Moyano se hizo una corrida hasta su natal Mar del Plata para concurrir al cónclave empresario más importante del año.
Aun cuando fuera con la excusa de cruzarse con el ex presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva –a quien el camionero aspira a imitar–, no tuvo empacho en compartir un lomo envuelto en jamón crudo con muchos hombres de empresa a quienes les bloqueó fábricas en conflictos pasados y a quienes cuestionó por avasallar los derechos de los trabajadores. También aprovechó la ocasión para seguir criticando al gobierno en general y a la presidenta Cristina Fernández en particular.
El acercamiento con la CTA de Micheli es la más rescatable de las movidas del camionero, según sus más cercanos colaboradores.
Es una estrategia que no se corre mucho del terreno sindical y responde a reclamos concretos, en lo que los caciques sindicales llaman "unidad en la acción". Lo que aglutina a Moyano con Micheli es la exigencia de elevar el mínimo no imponible del Impues- to a las Ganancias, la universalización de las asignaciones familiares y la defensa del poder adquisitivo del salario frente a la inflación. Pero también los acercó el rechazo al proyecto de ley para modificar parte del sistema de riesgos de trabajo que el Poder Ejecutivo Nacional envió al Congreso y que fue aprobado ayer en la cámara de Diputados.
Esta proximidad entre Moyano y Micheli despierta suspicacias, sobre todo por los lugares desde los que cada uno miró al otro en el pasado. Desde el moyanismo, se ninguneó sistemáticamente a la CTA, cuando era una sola y reclamaba la personería gremial. Moyano y sus colaboradores se ocuparon de operar abierta y solapadamente para que eso no ocurriera.
Desde toda la CTA –y especialmente desde el sector que conduce Micheli– se cuestionó siempre el modelo sindical que defendía y practicaba Moyano. Sin embargo, ahora parecen haberse olvidado esas diferencias en lo que ambos sectores entienden como "objetivos comunes".
La famosa foto entre Moyano y Macri es un capítulo aparte y es el mensaje más claro de la faceta política que quiere mostrar el camionero desde que propuso la llegada de "un trabajador a la Casa Rosada" a mediados del año pasado. Después de ese encuentro en la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), que conduce el duhaldista y ahora principal aliado sindical de Moyano, Gerónimo "El Momo" Venegas, Macri se animó a decir, sin sonrojarse, que con el líder camionero lo une "creer en lo mismo" y profesar una similar "cultura del trabajo".
Muchos de los colaboradores de Moyano salieron a decir que no hay que confundir una foto con una película, que el hecho de que el camionero se hubiera retratado intercambiando flores (en el sentido literal de la frase y no en el metafórico) con el jefe de gobierno porteño no implicaba nada de manera directa en términos políticos. Pero fue el propio Moyano quien desmintió a sus aliados menos de 24 horas después: habló de la posibilidad de "una actitud de pacto o acuerdo" con Macri y otros peronistas. Es más, se permitió bromear con la posibilidad de una conjunción electoral entre él y el jefe de gobierno porteño. "Sería la fórmula perfecta", dijo Moyano. Muchos de los hombres cercanos al camionero están escondidos debajo de la alfombra desde entonces.
Lo que tal vez no sabía Moyano cuando hizo el chiste sobre su posible fórmula con Macri es que los representantes del PRO que concurrieron al Coloquio de Idea departieron gratamente sorprendidos sobre los beneficios del nuevo proyecto de ley de ART que transformó en ley anoche la Cámara de Diputados. "Por fin", decían algunos. "Era hora de que se termine la industria del juicio", aseguraban otros, mientras degustaban ostras con champagne en el foyer del Hotel Sheraton de Mar del Plata y agradecían secretamente las gestiones del titular de la Unión In- dustrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, para convencer a la presidenta de mandar el articulado.
Tal vez Moyano podría haberse enojado de la misma manera que lo hizo con su ex aliado Héctor Recalde con los dirigentes del PRO. La diferencia está en que el primero no apoyó el dictamen que vino del Senado y votó en contra en el recinto y los segundos sí lo hicieron.
El proyecto de ley que envió el Ejecutivo despertó toda clase de conflictos hacia adentro y hacia afuera del kirchnerismo. Ocurre que el articulado no cambia el concepto de la norma hacia la prevención –lo que podría contribuir a la disminución de las 7500 muertes de trabajadores por año que denuncian en la CTA Micheli– y elimina la posibilidad de que el empleado accidentado (o si familia, si muriera) reciba la indemnización correspondiente por el sistema de aseguradoras de riesgos de trabajo y además recurra a la justicia si considera que el monto es insuficiente.
Esta opción al cúmulo fue habilitada por la Corte Suprema de Justicia en 2004 y con el proyecto del Ejecutivo, la doble vía se elimina.
Además, como explicó el diputado socialista Jorge Rivas al indicar que no votaría la iniciativa, con esta ley se echó a la alcantarilla la posibilidad de hacer una reforma integral del sistema de riesgos de trabajo, concebido en plena década menemista y bajo los preceptos flexibilizadores y privatizadores que regían entonces. Con la 24.557 se creó un sistema de operadores e intermediarios que lucraban con la prestación de servicios médicos e indemnizaciones. Estas aseguradoras tuvieron ganancias que rondaron, sólo en 2011, los $ 12.700 millones. En los últimos diez años esos ingresos totalizaron $ 45.182 millones, lo que implica una suba de casi el 1500 por ciento.
Mientras tanto, en la CGT Balcarce se guarda un silencio casi absoluto respecto de la norma. Quien no guarda silencio es el titular del gremio de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, quien osó dar un ultimátum al gobierno en torno a la suba del mínimo ni imponible de Ganancias. Dicen que el exabrupto le costó a la CGT del metalúrgico Antonio Caló la suspensión de un encuentro que tenían previsto con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina y mantiene en veremos reuniones con otros funcionarios.
Por el momento, tendrán que contentarse con la convocatoria el próximo lunes por parte del gobierno a un encuentro entre representantes empresarios y gremiales para acordar la ampliación de la lista de enfermedades profesionales con la incorporación de coberturas para casos de lumbalgia, hernias inguinales y várices.
Tirada: 5000 |
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