Por PAULA BISTAGNINO
“Pienso en el relato homérico acerca de Sísifo, un hombre tan enamorado de la vida que desafió al dios de la muerte. Los dioses olímpicos lo condenaron a empujar una pesada roca cuesta arriba por la ladera de una montaña. Antes de alcanzar la cima, la roca volvía a caer. Sin darse por vencido, Sísifo recomenzaba una y otra vez su trabajo (…) Como el personaje del mito, quiero llevar la roca hasta arriba. En la política también hay una utopía, que no es otra que construir sociedades justas. Sabemos que es difícil, pero la esperanza es la que nos permite avanzar hacia la meta. Como en la rehabilitación, tenemos que valorar los pequeños avances que, concatenados, son artífices de los grandes cambios”. El texto lleva la firma del diputado socialista Jorge Rivas. Lo publicó en una columna de opinión poco antes de asumir, en 2009, la banca para la que había sido elegido antes de sufrir el brutal asalto que lo dejó tetrapléjico. A tres años de ese hecho, que cambió radicalmente su vida, sus convicciones políticas y su voluntad militante siguen intactas. Y sus días se reparten metódicamente entre la rehabilitación, a la que dedica todas sus mañanas y más, y la política, que se queda con sus tardes. Con semejante rutina, ya hace un tiempo que se instaló en Buenos Aires y abandonó su Temperley natal, donde se crió y se hizo socialista. Asumió como diputado nacional por primera vez en 1997, renovó la banca en 2001, y llegó a ser secretario general del Partido Socialista de la Provincia Buenos Aires. Desde ese lugar y, aun en oposición con otros dirigentes del partido, fue parte de la construcción de la transversalidad convocada por Néstor Kirchner y en 2007 fue nombrado vicejefe del Gabinete de Ministros de Nación, como segundo de Alberto Fernández. Hoy, mientras cumple su tercer mandato y confiesa su deseo de renovarlo, dice que sigue respaldando al proyecto nacional: “Cuando tomamos la decisión de apoyar críticamente al gobierno, lo hicimos porque compartíamos el rumbo general y el sesgo claramente popular que tenía. Hoy sigue teniendo la misma impronta y nosotros la certeza de que haber tomado la decisión de ayudar a nuestro gobierno fue correcta”, escribe en la computadora especialmente adaptada para poder comunicarse, ya que la pérdida de motricidad le afecta el habla. ¿Es cierto que no sigue la causa judicial de sus agresores? Es cierto. Si bien sé que condenaron a dos personas por lo ocurrido, en ningún momento seguí el proceso judicial. No me he detenido mucho a analizar las razones, pero supongo que he tratado de dar vuelta esa página de mi vida como ayuda para seguir adelante. ¿Cómo cambió su mirada de la Justicia y la inseguridad lo que le pasó? No la cambió. Por el contrario, reforzó mis convicciones. ¿Cómo se lucha contra la inseguridad? El de la inseguridad es un fenómeno pluricausal, por lo cual debe enfrentarse de múltiples formas, desde lo social, educativo, urbanístico, desde las fuerzas de seguridad, lo carcelario y lo legislativo, entre otras cosas. No digo nada original si te digo que estamos ante un problema complejo, y el peor error que podemos cometer es ser superficiales a la hora de tratar de abordar el fenómeno. ¿Está de acuerdo con la ministra Nilda Garré que ha dicho que el problema es la Policía? Estoy de acuerdo en que hoy por hoy indudablemente son parte del problema. ¿Qué lectura hace de la sociedad argentina pidiendo mano dura e incluso pena de muerte? Entiendo la reacción visceral, pero también pienso que están profundamente equivocados, ya que no hay ciudad en el mundo donde esa receta se haya aplicado con éxito. Ahora que está trabajando en el ámbito porteño, ¿está de acuerdo con que este electorado es el más progresista del país? No estoy de acuerdo. Para mi gusto político, en algunas oportunidades votó de forma progre y en otras lo hizo para el olvido. Creo que (Mauricio) Macri es un excelente ejemplo de lo segundo. Hay muchas personas que, como usted, dan su “apoyo crítico” al Gobierno. Una lectura de eso es que hay cierto temor de que si no es esto, puede haber un regreso a los ´90, ¿es así? ¿Qué tiene que pasar para que la sociedad valore este modelo de manera tal que esté dispuesta a defenderlo y elegirlo? Los cambios estructurales que se han producido en los últimos siete años hacen muy difícil volver a los noventa, si bien estoy convencido de que a la derecha nunca se la debe subestimar. Y creo que las elecciones de octubre van a ser una muestra contundente de cómo la mayoría de nuestra sociedad defiende y elige este modelo. ¿Está de acuerdo con lo que alguna vez dijo Carta Abierta de que el kirchnerismo está a la izquierda de la sociedad? No sé, pero sí estoy seguro de que es muy difícil correr al kichnerismo por izquierda. ¿Qué principios del socialismo ve realizados en el kirchnerismo? Sería muy esquemático hacer un listado de principios, pero no puede negarse que estamos ante un gobierno de avanzada, que en esta etapa, como te dije antes, lo natural sería apoyar desde el socialismo. ¿Cuál es la diferencia en la lectura de este proceso que hace que el progresismo esté tan fragmentado hoy, incluso dentro de su propio partido? Me parece imposible atribuirle a una sola causa el motivo del grado de fragmentación que tiene la centroizquierda no peronista de nuestro país. Es un espacio que se caracteriza por tener muy buenos comentaristas de la realidad política, pero totalmente incapaces para convivir en una estructura común. Varias personas que fueron clave en la primera etapa del kirchnerismo quedaron en el camino, entre ellos de quien usted fue vice, Alberto Fernández, ¿de quién es el problema? Ni idea, pero en todos los gobiernos del mundo hay recambios y éste se caracteriza por ser bastante estable. ¿Qué piensa de la decisión del Gobierno de aumentar su participación en las empresas privadas? Me parece correcto y no entiendo la controversia jurídica ya que el gobierno solo esta respetando la adecuada aplicación de la Ley de Sociedades. ¿Qué opina de la pejotización del kirchnerismo? ¿Cómo está la correlación de fuerzas de esa convivencia? Creo que la pejotización se produjo como efecto del famoso voto “no positivo” de Cobos, que hizo que el PJ en aquel momento se replegara sobre su propia estructura partidaria, ya que esa actitud generó que todos los aliados de diferentes identidades a la peronista, fuéramos mirados con cierta desconfianza, pero honestamente hoy siento que esa situación ha sido absolutamente superada. Es más, soy un convencido de que uno de los aportes importantes de este gobierno ha sido demostrar que para sostener un proyecto verdaderamente popular se necesita involucrar en él a mujeres y hombres de diversas tradiciones políticas. ¿Le gusta ver a Hugo Moyano tan cerca del Gobierno? Ni me gusta ni me disgusta, Moyano es el secretario general de la CGT, es natural que mantenga relación con el Gobierno y si es buena mejor para sus representados. ¿En un supuesto próximo mandato de Cristina, en qué cambios o profundizaciones pone sus expectativas? Mi obsesión es achicar la brecha entre los que más y menos tienen, es decir, que aspiro a vivir en una sociedad económicamente más igualitaria.
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