26/05/2010
Página 12 - Nota - El País
EN EL CIERRE DE LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO, LA PRESIDENTA INAUGURO LA GALERIA DE LOS PATRIOTAS
Una fiesta con el pueblo en la calle
Flanqueada por José Mujica, Fernando Lugo, Evo Morales, Sebastián Piñera, Lula da Silva, Hugo Chávez y Rafael Correa, Cristina Fernández de Kirchner agradeció "la alegría" de la gente y resaltó que "estamos mejor que hace cien años".
Por Nora Veiras
"Queríamos un Bicentenario diferente. Un Bicentenario popular con el pueblo en las calles. Hace apenas veintisiete años que tenemos una democracia continuada. Agradezco el patriotismo, la alegría con que millones han salido a las calles a festejar, a reír, a compartir", dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al inaugurar la Galería de los Patriotas Latinoamericanos acompañada por sus pares de Uruguay, Brasil, Paraguay, Bolivia, Chile, Venezuela y Ecuador. Los retratos de Ernesto "Che" Guevara, Juan Domingo Perón, Evita, Salvador Allende, Hipólito Yrigoyen y José Martí, entronizados en la Casa Rosada, reflejaban que otra historia se está escribiendo. En las calles, millones -literalmente- participaban en una procesión pagana para conmemorar los doscientos años de la Revolución de Mayo. Lejos habían quedado en el recuerdo de un día inolvidable los dos Tedéum cuando entrada la noche los presidentes disfrutaban del magnífico "Desfile de los 200 años" antes de asistir a la cena en la Rosada.
Flanqueada por un óleo de Perón, con sus brazos en alto, la imagen del día que dijo: "Me llevo en mis oídos la más maravillosa música que es la voz del pueblo argentino" y la foto de Allende en su recorrida de asunción, la Presidenta recordó que ayer se cumplieron también siete años de la asunción del kirchnerismo. Destacó que "nuestros pueblos están mejor que hace cien años. El Centenario se festejó bajo estado de sitio, no existían los derechos sociales, era delito la actividad sindical, no se podía elegir libremente a nuestros gobernantes". En un mensaje a la oposición, remarcó que "pudimos cumplir estos doscientos años con la más absoluta democracia de la que se tenga memoria" y advirtió: "seguramente nos equivocaremos, cometeremos errores, también tendremos aciertos, pero todos saben, aun los que no están de acuerdo con nosotros, que no tomaríamos ninguna decisión en contra de los intereses del pueblo".
De a poquito
La Casa Rosada estaba de fiesta. Todos los detalles habían sido cuidados hasta la perfección. La prensa sólo podía observar desde un balcón del primer piso cómo se iba llenando la Galería de los Patriotas. En la sala principal, ciento cincuenta y seis invitados compartirían la cercanía con los presidentes Evo Morales (Bolivia), Hugo Chávez (Venezuela), José "Pepe" Mujica (Uruguay), Rafael Correa (Ecuador), Fernando Lugo (Paraguay) Sebastián Piñera (Chile), Lula da Silva (Brasil), y con los ex presidentes Martín Torrijos (Panamá) y Manuel "Mel" Zelaya, destituido por un golpe cívico-militar el 28 de junio del año pasado.
El diputado socialista Jorge Rivas, en silla de ruedas desde que en un asalto violento lo golpearon en la cabeza, fue uno de los primeros en llegar. Martín Sabbatella, ex intendente de Morón y también diputado, estuvo también entre los tempraneros. El filósofo Ricardo Forster y el gobernador de Mendoza Celso Jaque integraron la avanzada. Los ministros del Ejecutivo llegaron casi todos en hilera. Los diputados radicales Juan Carlos Marino y Ricardo Alfonsín fueron ubicados en la primera fila junto al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, quien se apresuró a mirar el cartelito para ver a quién le sentarían del otro lado: le tocó el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Fellner.
Mientras la Presidenta y el canciller Jorge Taiana se apostaban al final de la alfombra roja para recibir a los mandatarios extranjeros, los corrillos dejaban entrever afinidades e indiferencias. Los ministros Aníbal Fernández, Carlos Tomada, Amado Boudou y Julio Alak departían en un minigabinete. Mientras la ministra Nilda Garré se abría paso para ir a saludar a Rivas. Los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli y de Santa Fe, Hermes Binner, sentados codo a codo no encontraron tema de conversación. Sólo la irrupción para saludarlos de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, les permitió intercambiar algunas palabras.
El diputado Dante Gullo entró al grito de "¡Alfonsín/Alfonsín!" para saludar a su colega, ocurrencia que no pareció causarle mucha gracia al destinatario. Hebe de Bonafini llegó acompañada por un grupo de Madres una vez que estaban casi todos ubicados. Habían quedado en un segundo salón
junto a Madres-línea Fundadora que también pasaron a la galería principal. Un sacerdote solitario se sentó detrás de los gobernadores. Sólo se acercó a saludarlo la diputada María Laura Leguizamón que pasó luego a otro salón. El embajador en Chile, Ginés González García provocó los gritos del cronista de CQC que intentaba, infructuso, de hacer oír sus ocurrencias desde las alturas. Zelaya y el secretario general de la OEA, Miguel Inzulza, también escucharon los alaridos y levantaron la cabeza: el camarógrafo, por lo menos, había logrado su objetivo.
Entrada triunfal
Ya se habían apoltronado los jefes de las Fuerzas Armadas cuando desde las pantallas de los LCD surgieron las primeras imágenes de los presidentes visitantes. Chávez cosechó los mayores aplausos junto a Correa y Evo. Menos fervor despertaron Lugo, Piñera, Mujica y Lula.
El retrato del Che, tomado por el fotógrafo Alberto Korda, enfrentado al óleo de Evita con la cabellera al viento escoltando a Perón y Allende y acompañados por el obispo salvadoreño Arnulfo Romero, Hipólito Yrigoyen, Getúlio Vargas y Víctor Haya de la Torre, corroboraban la concepción de un Bicentenario diferente. Rostros impensados en la historiografía oficial de América latina hasta hace apenas unos años. Patriotas elegidos por los actuales presidentes latinoamericanos al recibir la invitación de la presidenta argentina.
Cristina Fernández encabezó la entrada a la Galería de los Patriotas y se detuvo a darles un beso al diputado Rivas, a Hebe de Bonafini, a Taty Almeida y a Estela de Carlotto. Detrás suyo, Chávez, Correa y Evo repitieron los abrazos con Madres y Abuelas. El ex presidente Néstor Kirchner aprovechó el tumulto del ingreso para ubicarse en la primera fila, frente a su esposa y al lado de Zelaya.
Apenas se paró frente al atril y agradeció la visita de sus colegas latinoamericanos. Desde el segundo salón de la Galería donde compartían lugares Luis D'Elía, Marta Bianchi, Luisa Busnelli, Lito Cruz, María Seoane, Francisco "Tito" Nenna, Eduardo Luis Duhalde, Horacio González, Ariel Basteiro, Claudio Morgado, Juan José Alvarez, entre muchísimos otros, llegó el grito de "Patria sí, colonia no".
Un video protagonizado por una nena con uniforme de escuela privada presentó a los "Patriotas del Bicentenario". Los aplausos tronaron con el Che, Farabundo Martí, Augusto César Sandino, Túpac Amaru, Solano López, y llegaron al clímax con Allende, Belgrano, San Martín, Rosas, Yrigoyen, Perón y Eva. "Todos son los padres de la Patria grande", repitió la nena y empezó el discurso oficial.
"En el Centenario queríamos parecernos a Europa y no ser nosotros mismos. Habíamos traído a un miembro de la Casa Real de España (N. de R.: por la Infanta Isabel de Borbón). Hoy, en cambio -más allá del respeto a España-, estamos aquí con quienes han abonado América con sus ideas, su sangre, sus ideales, que prodigan la libertad para la igualdad", precisó la Presidenta. Haciendo un paneo por los rasgos de los presidentes, Cristina Fernández remarcó: "Si uno nos mira a todos nosotros, verá diferencias de orígenes pero un solo objetivo: que sus pueblos, sus sociedades tengan más libertad, más igualdad, una distribución más equitativa de la riqueza, más educación y más salud".
En el Cabildo estaba esperando el espectáculo de luces y sonido y un poco más allá el desfile de Fuerza Bruta. Antes del "¡Viva la Patria!, ¡Viva Argentina!, ¡Viva América latina!", la Presidenta agradeció a sus pares el apoyo unánime por el reclamo de soberanía en las Islas Malvinas. Una placa de bronce inmortalizó la Galería de los Patriotas y todos cruzaron caminando la Plaza de Mayo para seguir la fiesta en la calle.
El Bicentenario se convertía así en un hito de otra historia.
BAE - Nota - Argentina - Pag. 2
Cristina Fernández llamó a construir, más allá de las diferencias, un país para todos
La mandataria agradeció “el patriotismo y la alegría” con que se festejó
argentina@buenosaireseconomico.com
La Presidenta inauguró la Galería de Patriotas Latinoamericanos en la Casa Rosada, y llamó a superar las diferencias y “construir un país para todos”. Recordó el aniversario de la asunción de su marido.
Cristina Fernández de Kirchner ratificó anoche el reclamo de soberanía argentina sobre las islas Malvinas, y llamó a “trabajar los 365 días del año para construir un país para todos”. La mandataria ingresó en el Salón acompañada por el mandatario chileno Rafael Piñera, y se detuvo para saludar al diputado socialista Jorge Rivas y a la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Emocionada, la mandataria expresó que “aquí están todos, nuestras grandes victorias y también y algunos fracasos amargos, pero sin los unos y los otros tal vez hoy no estaríamos conmemorando como lo estamos haciendo”.
“Doscientos años después, aquí estamos con algunas victorias y algunos fracasos en las manos, y quiero contarles a mis amigos y colegas que desde que el pueblo argentino me honró con su voto para ser presidenta de todos los argentinos, la celebración de este bicentenario se transformo para todos nosotros casi en una obsesión”, señaló la Presidenta.
Marcó las diferencias con el anterior centenario, que “había sido celebrado en un país con estado de sitio, en un país en que los inmigrantes habían venido de la vieja Europa en busca de un trabajo o un plato de comida, habían traído las nuevas ideas anarquistas y socialistas, y los festejos se debieron hacer entonces en virtud de la represión de esos dirigentes en medio de un estado de sitio”.
“En nombre de la historia de todos estos hombres y mujeres que están en esta galería y que en los últimos 200 años abonaron con su sangre su ideales de una América del Sur más democrática, con igualdad, queríamos darnos un Bicentenario diferente un Bicentenario popular con el pueblo en las calles”, expresó Cristina Fernández, ante las miradas y los aplausos de los presidentes de la República Federativa de Brasil, Luiz Ináçio Lula da Silvia; de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías; de la República de Ecuador, Rafael Correa; el ya citado de la República de Chile, Sebastián Piñera; el del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales; el presidente de la República Oriental del Uruguay, José Mujica; el de Paraguay, Fernando Lugo; el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Ali Abdesssalam Treki, entre otros.
Cristina resaltó que “hace apenas 27 años que tenemos una democracia continua en la Argentina, y quiero agradecerles el patriotismo y la alegría con que están festejando este Bicentenario de la República Argentina”.
Y agregó que “desde el día viernes millones han salido a las calles a festejar, a reír, a estar junto al otro, a compartir”.
La mandataria destacó que quería festejar el Bicentenario de la Patria “acompañada de los hombres que tienen responsabilidad de estado en esta América del Sur, porque sabemos que el camino para nosotros es el mismo que tomaron San Martín, Bolivar, O’Higgins, Artigas, José Martí y que antes lo habían seguido los pueblos originarios”.
Expresó la Presidenta que los mandatarios presentes ayer en la Casa Rosada “tenemos distintos orígenes pero el mismo objetivo: que tengan más libertad, más igualdad, más equidad en la distribución de la riqueza, más educación y más salud.
En estos 200 años que comienza a cumplir la Argentina, nuestros pueblos están mejor que hace cien años, le pese a quien le pesare estamos mucho mejor. Hace cien años no existían los derechos sociales, estaba prohibida y hasta era delito la actividad sindical, y los argentinos no podíamos elegir libremente a nuestros gobernantes, lo que sólo pudimos hacer con la Ley Sáenz Peña, de sufragio universal y secreto”.
“Con victorias y con tragedias pudimos cumplir estos 200 años con la más absoluta y profunda democracia de la que se tenga memoria, con libertad y con el compromiso de un gobierno que hoy también, por esas curiosidades de la historia, cumple años”. Recordó al respecto que “hoy también cumple años este proyecto que comenzó un 25 de mayo de 2003, cumple exactamente siete años y quiere comprometerse con todos los argentinos en defender los intereses sagrados de la patria, como lo hicieron cada uno de los hombres y mujeres que integran esta galería de patriotas latinoamericanos”.
MEMORIA. Reconoció que “seguramente nos equivocamos y cometimos errores, y seguramente tuvimos aciertos, pero todos, aun aquellos que no están con nosotros saben que jamás tomaríamos una decisión en contra de los intereses del pueblo”.
Dijo que “creemos en la historia, en la memoria, tenemos pasión por la verdad, por la justicia. Se cuentan muchas veces historias edulcoradas.
Muchas decisiones no fueron consensuadas fueron tomadas por hombres y mujeres, como un Castelli que ingresó furibundo a decir que si no conformaban un gobierno patrio iban a venir con las armas e instaurarlo ellos”.
En uno de los tramos más aplaudidos, Cristina agradeció la presencia de los jefes de Estado invitados, que “me hace acordar hace poco cuando todos los países de América Latina y el Caribe, en esa maravillosa reunión donde por aclamación apoyaron el reclamo de la Argentina por las islas Malvinas, que reiteramos aquí con la firmeza y convicción de saber que somos sujetos del derecho internacional, de las normas que todos, grandes y chicos, poderosos y débiles debemos respetar para regirnos como mundo civilizado”.
A renglón seguido llamó “a todos los argentinos a construir un país en el que todos seamos parte de él, no porque estamos en el gobierno sino porque construimos un proyecto estratégico más allá de nuestras diferencias, un proyecto estratégico como el que tuvieron los hombres de mayo”. E invitó a “construir no un día, el del Bicentenario, sino los 365 dias del año para hacer una nación para todos”.