Buenos Aires, 30 de noviembre de 2011
“La vida no es una obligación, sino un derecho”
“La premisa sobre la que se apoya el proyecto es que la vida no es una obligación, sino un derecho”, explicó el diputado socialista Jorge Rivas al presentar, hace dos meses, su proyecto de ley sobre muerte digna. Hoy, el dictamen de comisión que sintetizó las iniciativas vigentes, será tratado por el pleno de la Cámara y podría obtener media sanción.
El proyecto de Rivas propone una reforma de la ley 26.529 sobre Derechos del Paciente, Historia Clínica y Consentimiento Informado, a fin de que se incorporen a ella el derecho del paciente enfermo en situación terminal, estado irreversible o de agonía a tomar una decisión autónoma y a recibir cuidados paliativos integrales y un adecuado tratamiento del dolor en el proceso de muerte.
En los Fundamentos de su proyecto, Rivas se apoya en el concepto de encarnizamiento terapéutico, desarrollado por juristas especializados en Bioética, es decir en “la negación de la muerte como desenlace del proceso vital a través de medidas desproporcionadas que prolongan la vida de forma artificial, penosa y gravosa”.
Para ello, la disposición que propone el legislador socialista es que “si el paciente en estado de agonía o enfermedad terminal decidiera la suspensión o limitación del esfuerzo terapéutico cuando a criterio médico tal medida de soporte vital resulta fútil, ya que solo contribuye a prolongar en el tiempo una situación clínica carente de expectativas razonables de mejoría, tales directivas deberán ser aceptadas por el médico a cargo”.
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