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“Pasé sin escalas de la hiperactividad a no poder parpadear”, dice Jorge Rivas
El 13 de noviembre, el vicejefe de Gabinete sufrió un asalto en Lomas de Zamora. Le diagnosticaron traumatismo de cráneo y hemorragia cerebral.
Se alejó de la política durante un año y medio. El miércoles asumirá la banca en la Cámara de Diputados. Rivas está en silla de ruedas y se comunica a través una computadora portátil con un programa de reconocimiento alfabético, en el que elige las letras de cada palabra con un mouse.
Jorge Rivas tiene sobre su escritorio una computadora portátil con un sofisticado software que le permite comunicarse. Un programa de reconocimiento alfabético figura en el monitor de su notebook. El diputado socialista escoge cada letra con un cursor guiado por el movimiento de sus ojos. A través de ese sistema, se comunica con sus compañeros, responde los cuestionarios periodísticos y hasta utiliza el chat de Google.
En noviembre de 2007 sufrió un asalto en Lomas de Zamora que lo alejó hace un año y seis meses de la política, en un momento en el que era vicejefe de Gabinete. Los médicos le diagnosticaron traumatismo de cráneo con hemorragia cerebral. Sentado en una silla de ruedas, en una oficina del barrio de Congreso, Rivas se muestra ansioso por su retorno a la Cámara de Diputados. El Departamento de Informática se comunicó en varias oportunidades con él para acondicionar el recinto para su regreso.
—¿Cómo imagina que será su retorno a la política? —Lo imagino difícil, pero también apasionante. Creo que va a sentar un buen precedente parlamentario y espero poder estar a la altura, ni defraudar ni defraudarme.
—¿De qué manera lo cambió el ataque que padeció? —Pasé sin escalas de la hiperactividad a no poder parpadear. Por supuesto, que eso te sacude en todos los aspectos.
—¿Por qué decidió volver a la actividad parlamentaria? —Fundamentalmente, por el momento político que se está viviendo, en el que es difícil limitarse a ser un observador teórico. De lo que hagamos o no dependerán nuestras generaciones futuras. Y yo no quiero ser neutral en un momento que tanto gravita sobre nuestro destino.
—Cuando usted padeció el asalto, el gobierno de Cristina Fernández recién comenzaba. Pasaron el conflicto con el campo y Néstor Kirchner fue elegido jefe del PJ. ¿Cómo ve, después de tanto tiempo, esas modificaciones? —Fueron tiempos complicados, tanto local como internacionalmente, pero creo que el Gobierno sorteó los obstáculos.
Con sus más y sus menos nos deja un saldo positivo en estos dos años.
—¿Cómo reaccionó frente la postura del gobernador Hermes Binner en el conflicto con el campo? —Mal. En un tema tan medular como es la cuestión de cómo se distribuye la riqueza, tan desigual por cierto, los socialistas no debemos permitirnos jugar a dos puntas.
—¿El socialismo debe seguir apoyando al matrimonio presidencial? —Nosotros apoyamos críticamente un programa de reformas que logró sacar anuestro país de la crisis más profunda y debemos seguir apoyando porque es la única expresión que cuenta con el sujeto social y la fuerza determinante para profundizar los cambios.
—Muchos de los que se unieron al proyecto de la transversalidad de Kirchner, hoy lo cuestionan.
—Tendrán sus diferencias con las que, seguro, sacadas de contexto, podemos coincidir; pero si contextualizamos, no podemos dejar de observar que hay dos grandes bloques en pugna: uno de centroizquierda y otro de centroderecha, y nosotros no podemos ser neutrales en esa pulseada.
—¿Qué proyectos impulsará en el Congreso? —Los temas que siempre trabajé y que son de mayor interés para el socialismo como derechos humanos, trabajo, asuntos constitucionales, relaciones internacionales.
—Pensando en el sistema que utiliza para comunicarse, ¿cree que el Congreso está preparado? —El Departamento de Informática está trabajando con la mejor voluntad. El lunes comencé a tratar con ellos y encontré buena predisposición. (Pag. 10)
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