sábado, 16 de enero de 2010

Entrevista a Jorge Rivas en revista XXIII



Revista Veintitrés - Nota - Información General - Pag. 38
“Todos quieren ser Lula pero nadie hace el PT”

Por Graciela Moreno

Lo primero que llama la atención es su fuerza de voluntad. Después del asalto que lo dejó parapléjico en noviembre del 2007, todo cambió en la vida de Jorge Rivas, ex vicejefe del Gabinete nacional, actual diputado y secretario general del Partido Socialista de la provincia de Buenos Aires. Salvo, su pasión por la política. Dispuesto a dar batalla, analiza los errores de los Kirchner que facilitaron el avance de la derecha: “Si se toma como base el resultado electoral, hay que mencionar dos errores fundamentales: la mala política de comunicación y haberse recostado demasiado sobre la estructuras del PJ, que además de no ser confiable para profundizar los cambios necesarios ahuyentó electoralmente a buena parte de los sectores medios”.

–¿La derrota sirvió de aprendizaje?
–Si se repiten los errores, se va a volver a perder. Creo que debe retomarse el tratar de conformar una masa crítica diversa para empujar un programa de avanzada y popular. Noto una transición convulsionada tanto en el Gobierno como en el campo de la oposición. Espero que el Gobierno profundice los cambios que necesitamos para poder seguir siendo como hasta ahora sus aliados críticos.

–¿Cómo la ve a la Presidenta?

–Bien, en un contexto complicado políticamente porque creo que la derecha abandonó la defensiva y se amontona para avanzar y aprovechar cualquier hendija que se le deja.

–¿Cómo analiza el rol de la oposición?

–Veo mal a la oposición, si bien es muy variopinta, es a la derecha a la única que visualizo como alternancia en el ejercicio del gobierno y creo que sería un brutal retroceso.

–Desde el bloque Nuevo Encuentro Popular y Solidario, ¿cuáles son los egos personales que imposibilitaron conformar un mismo espacio con Pino, Sabbatella, la CTA y usted?

–Por supuesto que la atomización es negativa y más cuando se produce por tactismo electoral. El problema de la centroizquierda argentina es que todos quieren ser Lula, pero nadie hace el PT. Hoy sólo con liderazgos mediáticos no alcanza para disputarle el poder a la derecha, se necesita también desarrollar una herramienta territorial.

–El Partido Socialista desconoció la validez de su reasunción, ¿cómo sigue la historia?

–Fui elegido democráticamente, el tema está en la Cámara Nacional Electoral pero el partido funciona normalmente.

–¿Qué opina del conflicto con Redrado?

–Creo que es una buena oportunidad para rediscutir los límites de la autonomía del Banco Central y su carta orgánica claramente ortodoxa sancionada en los ’90 para un país especulativo como el que conducía Menem, y cómo adaptamos la política monetaria a un modelo productivo para lo cual el valor de la moneda debe ser una herramienta del Gobierno, como lo es en Brasil, sin ir más lejos.

–¿Está de acuerdo con pagar deuda externa con reservas?

–No es que esté bien, más allá de lo técnico, ahora se está tratando de pagar menos intereses por lo adeudado. También creo que la coyuntura justifica el pago en el marco de un proyecto de reformas más trascendentes.

–¿Cree que con Redrado está naciendo un nuevo Cobos?

–No, en realidad, muestra cuán desorientada está la oposición para que su principal candidato sea el actual vicepresidente del Gobierno, no creo que haya muchos casos en el planeta (ríe sin parar). Redrado parece haberse convertido en el Mariano Moreno del siglo XXI y en una causa para que la oposición más variopinta se una para debilitar al Gobierno o al menos intentarlo.

–¿Es peligroso para la gobernabilidad una oposición tan dura?

–No, lo grave es que no proponga, porque priva a la ciudadanía de hacer un mapa político racional para elegir aquella propuesta con la que más se identifica. Además creo que es peligroso conformar una masa crítica por la negativa, ya lo hicimos a fines de los noventa y nos fue muy mal como sociedad, sería bueno no tropezar dos veces con la misma piedra.

–Una de las principales críticas al oficialismo es la inseguridad. Usted fue víctima de un intento de robo violento. ¿Qué opina?

–En primer lugar no hay antecedente en ninguna ciudad o país del mundo que haya resuelto el conflicto de la inseguridad siguiendo las recetas de la llamada mano dura.

–¿Les sigue teniendo fe a los Kirchner?

–Depende de cómo hagan las cosas y convengamos que también va a depender de que la oposición logre mostrar una alternativa coherente, cosa que aún no se ve.