lunes, 10 de marzo de 2008

10 de marzo de 2008

La Calle - Concepción del Uruguay - Política

La presencia de Binner garantizó un congreso socialista masivo y en paz


Eran las dos de la tarde, Hermes Binner ingresó al salón Palais Rouge, en Palermo, y recibió una ovación. Iban dos horas de deliberaciones en el II Congreso Ordinario del PS en una enorme sala a tope con 533 congresales y otros tantos militantes.

Binner caminó hasta la primera fila, y en ese instante todas las tensiones internas quedaron sepultadas: la presencia del gobernador de Santa Fe garantizaba un documento político único y de consenso, aprobado dos horas más tarde. "Este congreso superó el desafía de mantener la unidad", celebró luego Binner, el orador principal de la jornada.

El congreso en paz que ayer tuvieron los socialistas, abre, sin embargo, un mes de incertidumbre política en el PS. Será el tiempo donde se perfilen las listas para las elecciones directas el 8 de junio. Y no se descarta la confrontación entre los distintos sectores con visiones encontradas sobre las posibles alianzas políticas del Partido Socialista.

Sin mencionar jamás las expresiones "Elisa Carrió", "Colación Cívica", "Kirchner" o "gobierno nacional", el extenso documento político votado por unanimidad habla de "dinamizar, modernizar, transparentar al partido, abrirlo a los cambios". Y ratifica el pedido de una reforma previsional, tributaria, del Estado, por políticas activas para mejorar la distribución del ingreso, judicial, trabajo decente de 8 horas, personería gremial para la CTA, y entre otras cosas, abrir las sedes partidarias a adherentes y colaboradores desburocratizando el funcionamiento partidario".
Con el documento acordado previamente (negociado a través del binnerista Antonio Bonfatti y el sector referenciado en el presidente del partido, Rubén Giustiniani) el congreso logró concretar ayer una jornada que, si bien no constituyó una síntesis política distinta entre sectores, fue de pura ganancia: casi el 90 % de los congresales de todo el país presentes, todos los sectores representados, intervenciones matizadas o divergentes aunque sin agresiones ni rupturas, y lo principal: el retorno del gran elector santafesino a los congresos partidarios luego de dos ausencias significativas en sendos congresos de mayo y septiembre de 2007.

El acuerdo entre las tres vertientes del Congreso (Giustiniani, Binner y socialistas K) que posibilitó el más potente y representativo congreso socialista desde la reunificación en 2002, también implicó que a dirigentes políticos extrapartidarios (seguidores de Carrió, de la UCR o de expresiones de centroizquierda, entre otros) se les cancelara la invitación de honor, a último momento, por pedido de Binner y de los afines al kirchnerismo, referenciados en el diputado Ariel Basteiro. "La discusión por acordar un documento político no puede descuidar la foto final del acto, que por ahí dice más que el propio documento", confió un dirigente de esos sectores a La Capital .

Es que ayer todavía estaba fresca la decisión política del sector de Giustiniani, cuando puso prácticamente a disposición de figuras externas el cierre de los congresos extraordinarios de mayo y septiembre de 2007. En el primer caso, fue el ahora ex dirigente político Jorge Telermann, siete días antes de las elecciones a jefe de Gobierno porteño de junio de 2007, el que tuvo el beneficio de un escenario socialista a su favor. Luego, el 7 de septiembre, le tocó a Elisa Carrió disfrutar de las banderas rojas a su servicio. Fue en las horas decisivas de 2007, cuando Carrió sumó a Giustiniani en la fórmula presidencial, y logró un destacado 23% de los votos.

Ayer ningún extrapartidario puso contenido político al cierre del congreso, en este caso dominado por la figura de Binner.

Todos adentro. "Este congreso superó el gran desafío de la unidad", celebró Binner, al inicio de la más larga intervención de la jornada de ayer, 50 minutos. El gobernador quiere un partido donde quepan "todas la ideas y pensamientos", dentro de la ancha avenida del progresismo. "No sirve la teoría sin la práctica, ni la práctica sin la teoría, que es puro voluntarismo", disparó.

El gran elector de Santa Fe, que ahora adquirió estatura política nacional, volvió a definir su relación con el oficialismo kirchnerista como de "independencia; tenemos visiones diferentes y también visiones coincidentes, no nos oponemos a todo", subrayó. Y en una frase que pareció dirigida a Carrió, dijo que "la acción política debe dirigirse a cambiar la vida de la gente, y no se hace con declaraciones".

Binner mantuvo la atención de más mil personas durante su largo discurso, que incluyó un minucioso repaso de los noventa días de gobierno en Santa Fe. Fue durísimo con la herencia del Poder Judicial que le tocó: "En Santa Fe tenemos jueces de la Corte Suprema nominados a dedo, en cambio nosotros nos autoexcluimos en el uso del dedo", fustigó.

Giustiniani para el cierre. Finalmente, el senador Giustiniani cerró el Congreso donde ratificó "lo acertado de la línea política electoral del partido que nos llevó, entre otros logros, a que hoy tengamos el bloque de diputados más grande de los últimos 60 años".

El rosarino agregó luego su satisfacción por la cumbre latinoamericana que cerró el camino, en la semana que pasó, a todo posibilidad de conflicto bélico entre países de Latinoamérica.


La Calle - Concepción del Uruguay - Política

Aplausos para Fabiana Ríos


De las pocas adhesiones leídas en el multitudinario congreso del PS, se destacó la de la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos. Se sabe, la relación de Ríos con Santa Fe y con el socialismo es de mucha cercanía política, e incluso afectiva. Fabiana se ganó un gran aplauso de todos. A propósito, la dirigente del ARI será recibida el próximo lunes, a las 13, en el Salón Blanco de la Casa Gris por su par Hermes Binner.

Durante el encuentro, los mandatarios firmarán un acuerdo entre ambas provincias con el objeto de trabajar conjuntamente en la elaboración de programas específicos que contemplen políticas públicas en materia social, educativa, cultural, de justicia, salud y reforma del Estado.

También hubo una mención especial en el congreso, en este caso de repudio, para las amenazas recibidas por el ex diputado socialista Héctor Polino, desatadas en los últimos días, presumiblemente como consecuencia de su postura pública pidiendo que se elimine la instrucción católica en las Fuerzas Armadas.

También en el congreso socialista se pidió por la mejoría del dirigente Jorge Rivas, quien se encuentra en una muy dificultosa recuperación física luego de un ataque que sufrió en ocasión de un robo.


La Capital - Rosario - Política

Binner recibe a Fabiana Ríos para firmar un convenio


Los gobernadores de Santa Fe, Hermes Binner, y de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, firmarán hoy un convenio en torno de políticas sociales, educativas, culturales, entre otros temas, se informó ayer oficialmente.

El encuentro del mandatario socialista y de su par del ARI se llevará a cabo en la ciudad de Santa Fe, informó el gobierno de esta provincia.

El acuerdo contempla programas de políticas públicas en materia social, educativa, cultural, de justicia, salud y reforma del Estado de ambas provincias.

El convenio regirá luego de ser ratificado por las Legislaturas provinciales y las partes se comprometerán a elevar la propuesta al Congreso de la Nación.

La gobernadora fueguina es oriunda de Rosario, donde se recibió de farmacéutica en la Universidad Nacional de Rosario (UNR), y posteriormente se radicó la ciudad Usuhuaia donde comenzó a militar en el ARI en la época de la Alianza.

En primer lugar fue elegida diputada nacional por la fuerza creada por Elisa Carrió y en las últimas elecciones accedió a la Gobernacion al imponerse en la segunda vuelta, con el 52 por ciento de los votos, al candidato del PJ Hugo Cócaro.


Clarín - El País - Pág. 8

CONTRA LA SOJA
Binner pide por los ganaderos


El gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, se volvió a calzar el traje de opositor. Y ayer envió un mensaje directo al corazón del Gobierno, al reclamar: "Hay que escuchar más a los productores". El comentario llegó justo en el momento en que desde la Casa Rosada redoblan los esfuerzos por negociar un acuerdo con los ganaderos para evitar que sigan subiendo los precios de la carne.

Binner, en declaraciones radiales, se mostró preocupado por lo que considera un avance desmedido de la soja, en detrimento de la producción ganadera. Dijo que este auge de la oleaginosa genera "marginación" al desplazar a los productores vacunos.

En función de este diagnóstico, el Gobernador llamó al Gobierno a que "escuche" a los productores del sector de la carne, "porque hay fórmulas para solucionar" los conflictos que la cadena atravesó en estos últimos días y que impulsaron subas en los precios de hasta 15 por ciento.

El Gobernador, de origen socialista, advirtió que ante esto muchos ganaderos dejan la actividad para dedicarse a la producción de soja. La soja, dijo, "genera consecuencias sociales", porque "significa muy poca mano de obra, por lo que la gente del campo migra a las ciudades y terminan viviendo en los peores lugares y desarrollando los peores oficios".

Por otro lado, Binner y su par de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, del ARI, firmarán hoy un convenio sobre políticas sociales, educativas y culturales.

Clarín - El País - Pág. 7

DISPUTAS Y PASOS PARA ACOMODARSE FRENTE AL PODER DE KIRCHNER
El rearmado peronista genera debate y les suma problemas a los opositores


EN FOCO
Eduardo Aulicino
eaulicino@clarin.com

Prolijo y compacto, el rearmado del PJ avanza tal como fue imaginado por Néstor Kirchner. Y la estrategia para coronarlo como jefe orgánico del pe
ronismo impacta más allá de sus límites partidarios: en la oposición hay movimientos visibles, y otros no tanto, que expresan internas, problemas y debates abiertos frente a la consolidación del enorme poder del ex presidente.

Las pruebas más visibles fueron ofrecidas últimamente por los socialistas, que el sábado lograron superar sin graves heridas políticas su congreso nacional, y los radicales, enredados en su larga crisis.

Pero los pasos de Kirchner –y entre ellos, el acuerdo que permitió el salto de Roberto Lavagna– tampoco son indiferentes para el resto de los dirigentes opositores.

Elisa Carrió se muestra más suelta que otros luego de los conflictos registrados en sus filas, aunque sigue de cerca algunos movimientos en la UCR –sobre todo en el Congreso y en la provincia de Buenos Aires– y observa cómo se mueven las piezas en el socialismo, socio en las últimas elecciones pero con perfil propio, y de potencial competencia, en la franja de centroizquierda.

Otra situación se vive en el centroderecha. Mauricio Macri ha probado en estos días –con las tormentas, por ejemplo– las dificultades que plantea gobernar la Ciudad, aunque sienta que tiene margen frente a problemas difíciles o imposibles de resolver en apenas unos meses. Pero sabe que su capital es la gestión y apunta en ese sentido con anuncios como el de la policía porteña. Hay fricciones con el Gobierno, pero su estrategia no es de choque frontal.

Busca un punto de equilibrio que le permita convivir razonablemente y cuidar su espacio como rival a futuro, algo que no desagrada tampoco al kirchnerismo, según admiten algunos de sus hombres.

En el socialismo también coexisten y de manera más amplia necesidades de posicionamiento alternativo y de cuidado en el ejercicio de gobierno. Hermes Binner, gobernador de Santa Fe, apuesta a regular la relación con el poder central –armoniosa, según se destaca en la Casa Rosada y en la Provincia– y busca evitar conflictos en la interna partidaria.

Binner destaca de hecho esos límites en las señales que transmite a la conducción nacional del PS, en manos de Rubén Giustiniani, de posiciones más abiertamente crítica hacia el Gobierno, y con expresión más visible en el Congreso. Pero el gobernador santafesino dio al mismo tiempo otras señales: eludió y enfrío los intentos de los socialistas K, que buscaban avanzar en una política de alianzas firme con el kirchnerismo.
Los radicales que se referencian en su estructura nacional también sienten que ha declinado la ofensiva que intentaban algunos radicales K, y lo adjudican centralmente a dos factores: el desaliento a esa operación por parte de Kirchner y las posiciones diferenciadas que se van planteando dentro de ese sector, al que ahora no quieren analizar en bloque. Algo de esto se percibe incluso en Gerardo Morales, titular del Comité Nacional, el dirigente que había expuesto mayor dureza frente a los disidentes de distinto color. También en el Congreso podría expresarse ese cambio. La idea que impulsan varios dirigentes apunta a ir acordando proyectos, según la materia específica, con representantes de diversos sectores, desde radicales K a legisladores del ARI alejados de Carrió.

Existe en todos estos movimientos de la oposición al menos un elemento en común: las inquietudes frente al poder concentrado en Kirchner, como jefe que alinea al grueso del PJ.

Algunos creen que la movida del ex presidente, incluido el acuerdo con Lavagna, sincera la situación en la oposición y, al mismo tiempo, la empuja a ir ordenando sus filas frente al peronismo reorganizado. En ese sentido, observan que puede tener un sentido positivo más allá de la intención del oficialismo. Otros le agregan un complemento fuerte a esa consideración: creen que los pasos de Kirchner apuntan a colocar al PJ como fuerza indiscutible y que, por esa razón, prefiere enfrentar un conglomerado opositor fragmentado y contar con socios menores.

Como sea, el rearmado peronista desnuda como reflejo externo debilidades en la oposición y también necesidades de los aliados frente a un poder creciente.

La UCR ensayará acuerdos en el Congreso. Los socialistas también se muestran allí y buscan enfriar peleas, como reclama Binner


Clarín - El Mundo - Pág. 20

A DOS DIAS DEL ASESINATO DE UN EX CONCEJAL EN EL PAIS VASCO A MANOS DE ETA
Ganó el socialismo y Zapatero retiene el poder en España
El líder del PSOE se impuso por más de tres puntos a Mariano Rajoy, del Partido Popular. Pero no logró la mayoría absoluta en el Parlamento. Tras una virulenta campaña electoral, la participación fue muy alta: un 75%


MADRID CORRESPONSAL
Juan Carlos Algañaraz
jcalganaraz@clarin.com

Los socialistas españoles liderados por José Luis Rodríguez Zapatero obtuvieron un histórico triunfo en las elecciones generales al obtener u n 4 3 , 6 6 % d e l o s v o t o s (10.724.529 sufragios y 169 legisladores, 5 más que en la anterior elección). La participación llegó al 75,3%, casi similar al 75,6% de 2004. Estas cifras corresponden al 97,42% del escrutinio de sufragios. El éxito de ayer revalida la victoria que conquistó la izquierda el 14 de marzo de 2004 y que ha sido contestada por la derecha y el Partido Popular con una confrontación que buscaba deslegitimar el logro del PSOE.

El Partido Popular consiguió un 40,11% de los votos, una diferencia de 3,58% con el PSOE y 153 legisladores (15 menos que los socialistas), avanzando en un 2,42% y seis diputados sobre lo que obtuvo en marzo de 2004.

A los vencedores les faltan siete asientos para llegar a la mayoría absoluta, por lo que deberán acudir a acuerdos estables o puntuales con otras fuerzas para gobernar o hacer aprobar sus iniciativas parlamentarias.

El presidente del PSOE, Manuel Chaves, triunfó por mayoría absoluta en los comicios para elegir el Parlamento andaluz, por lo que formará gobierno por sexta vez.

Los dos partidos principales han concentrado votos y legisladores. Los partidos nacionalistas han perdido caudal y diputados pero aun así son los partidos con que puede aliarse Rodríguez Zapatero. La fuerza principal es Convergencia i Unió, que reúne diez diputados, los mismos que tenía en la anterior legislatura; el Partido Nacionalista Vasco pierde un asiento y tendrá 6 legisladores; Esquerra Republicana de Catalunya pierde 5 de los 8 diputados que tenía y se queda con tres. Izquierda Unida también pierde tres de los cinco legisladores con que contaba y queda con dos, el mismo número de asientos para Coalición Canaria y Bloque Nacionalista Gallego.

La elección consolida el bipartidismo, ya que el PSOE y el PP cosecharon el 92% de los votos.

El socialista fue el partido más votado en el País Vasco.

Ahora se abre una etapa de diálogo y negociaciones para que Zapatero intente sumar aliados cuando tenga que presentarse a la sesión de investidura en abril.

Una multitud aclamó al líder socialista frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz. Zapatero comenzó su discurso recordando al militante socialista Isaías Carrasco, asesinado el viernes pasado por ETA, y puntualizó que "debería estar hoy viviendo ese momento". También evocó a los dos inmigrantes ecuatorianos asesinados por ETA en Barajas y a los dos guardias civiles a los que un pistolero etarra dio muerte en Francia.

Aludiendo a la etapa de duros enfrentamientos con el Partido Popular, Zapatero señaló que "los españoles han hablado con claridad y han decidido abrir una nueva etapa sin crispación, que excluya la confrontación".

"Les agradezco de corazón a quienes con su voto han dado una victoria clara al Partido Socialista. Gobernaré con mano firme y con la mano tendida. Gobernaré para todos, pero pensando antes que nadie en los que no tienen de todo." También recordó que "hacecuatro años me dijisteis que no os fallara; no lo he olvidado ni un solo día. Gobernaré profundizando en las cosas que hemos hecho bien y corrigiendo errores".

El líder socialista anunció que había recibido una llamada de Mariano Rajoy, candidato del Partido Popular, quien lo felicitó "por el bien de España".

Rajoy también salió al balcón de la sede del PP en la calle Génova, donde proclamó que "hemos sacado más votos que nunca. Somos el partido político de España que más hemos subido en votos, en porcentaje y en escaños", proclamó el candidato conservador, que en ningún momento reconoció que había sido derrotado por los socialistas.

Los simpatizantes populares, que parecían estar celebrando su victoria en las elecciones, corearon consignas pidiendo la dimisión de Zapatero y también lo acusaron de "embustero".

El discurso triunfalista de Rajoy dejó claro que no piensa dimitir pese a la derrota y que se plantea continuar dirigiendo el PP y actuar como jefe de la oposición. "Voy a dar la batalla. Todo el mundo sabe lo que defendemos, todo el mundo sabe en lo que yo creo, todo el mundo sabe lo que es el PP, lo que yo pienso y mis convicciones, mis valores y mis principios; es lo que este partido politico va a defender." Así, Rajoy clausuró el debate sobre su continuidad como líder del PP.

PUNTO DE VISTA

Triunfo valioso, pero sin cheque en blanco


Paula Lugones
plugones@clarin.com
Los españoles han vuelto a apostar por José Luis Rodríguez Zapatero y su victoria cobra sentido frente a los duros adversarios que tuvo que enfrentar, más allá del PP. Pero su triunfo no es un cheque en blanco. El PSOE juntó frutos en la alta participación del electorado –cercana a la del 2004– y los españoles parecen haber sentido la obligación moral de salir a votar en masa, atizados por el asesinato del ex concejal socialista el viernes en el País Vasco. La respuesta ciudadana al terrorismo fue una abrumadora movilización democrática, en un país donde el sufragio no es obligatorio. Pero, a la vez, España se volcó hacia el "voto útil" y así acentuó la bipolaridad PSOE-PP, en un nuevo mapa político donde los partidos pequeños y nacionalistas pierden peso. A pesar de que públicamente diga lo contrario, el PP deberá replantearse si su estrategia virulenta fue la adecuada o si Mariano Rajoy fue en verdad su mejor candidato. Aunque aliviado, Zapatero tampoco tiene tiempo para disfrutar y relajarse. Si bien los españoles están dando un nuevo apoyo a su política de tolerancia, la amenaza del terrorismo sigue y hay nubarrones en la economía que no llegaron a pesar definitivamente en estos comicios, pero podrían convertirse en un lastre para su próximo mandato.

Los resultados

PSOE 43,66 Es el porcentaje de votos que obtuvo el partido de gobierno. Así, logra 169 escaños en el Parlamento, cinco más de los que logró en 2004 Para alcanzar la mayoría absoluta hacen falta 176.
Partido Popular 40,11 Es el porcentaje de votos que recibió el principal partido opositor. Los conservadores lograron así 153 bancas en el Congreso, 5 más que en 2004, Otros 12,12 Es el porcentaje de votos que obtuvieron, sumados, los partidos chicos. Izquierda Unida quedó en tercer lugar, con 3,83%. Convergencia i Unió (Cataluña) obtuvo 3,04%.


El Cronista Comercial - Economía & Política - Pág. 12

También hubo festejos en la sede argentina del PSOE


n Al igual que lo que ocurrió durante toda la campaña, las elecciones generales de España se vivieron con gran emoción en la Argentina, donde se concentra la mayor comunidad de españoles residentes en el exterior. En la sede del PSOE local, ubicada en pleno centro porteño, unas 200 personas celebraron el triunfo del socialismo en las urnas.

“Esperábamos ganar y con mayor diferencia que en 2004, como efectivamente sucedió. Estamos muy contentos. Es una fiesta de la democracia. La participación ciudadana, que cada cuatro años tiene la oportunidad de evaluar la labor de la legislatura, fue muy importante. Sin duda ganó el mejor proyecto político”, dijo a El Cronista la secretaria general del PSOE en la Argentina, María de los Ángeles Ruisánchez.

En la Argentina, cerca de 300.000 españoles estaban en condiciones de participar de las elecciones, a través del envío de su voto por correo o su votación en el Consulado de España los días previos a los comicios. Según datos preliminares, unos 105.000 sufragios han sido enviados por correo a España y más de 600 fueron depositados en el Consulado español en Buenos Aires.

El resultado de la votación de los españoles residentes en el exterior se sabrá el miércoles.

Mientras, en la sede argentina del Partido Popular (PP) una veintena de personas reconocieron la derrota del candidato Mariano Rajoy. “En las democracias hay unos que ganan y otros que pierden. No habremos tenido el mensaje adecuado para captar los votos. Felicitamos a los ganadores y seguiremos trabajando para que España siga por el camino que le corresponde”, sostuvo a EFE el presidente del PP en la Argentina, Avelino García.


Página 12 - El Mundo - Pág. 21

El presidente frances no paso el test de las municipales
La izquierda le ganó a Sarkozy
En la primera vuelta de las elecciones locales, los socialistas conservaron bastiones como París y Lyon y se imponían en varias ciudades importantes, como Estrasburgo y Toulouse.


Por Eduardo Febbro
Desde París

El halo de la victoria habrá durado muy poco. Apenas diez meses después de haber ganado las elecciones presidenciales y casi enseguida la mayoría en la Asamblea Nacional, Nicolas Sarkozy fue castigado en las urnas de la consulta municipal y cantonal por una concreta mayoría que le dio su voto a la izquierda. El llamado “sarkotest” se inclinó hacia las listas de izquierda. Los socialistas no sólo conservaron bastiones tan emblemáticos como París y Lyon sino que tienen además muchas posibilidades de arrebatarle a la derecha varias ciudades importantes como Estrasburgo y Toulouse, al tiempo que en otras localidades de peso –Lille, Turcoing, Rouen– se imponen en una sola vuelta. La victoria de los candidatos de izquierda es menos sustancial de lo que los sondeos habían previsto. No hubo la anunciada “ola rosa” pero sí una fuerte progresión de las listas de izquierda. Los resultados nacionales muestran en cifras las variaciones de ese avance: la izquierda obtuvo 47 por ciento de los votos y la derecha 40 por ciento.

Anoche, los conservadores celebraban con modestia haberse salvado de una hecatombe municipal. EL jefe de gobierno conservador evocó los resultados “más equilibrados de lo que se esperaba” mientras que François Hollande, primer secretario del PS, habló de “resultados alentadores”. El empuje electoral de la izquierda francesa es notorio. En casi todos sus bastiones electorales sus listas, que incluyen a los ecologistas, los comunistas, la extrema izquierda y otros candidatos, registraron un incremento claro en relación con las elecciones municipales de 2001. Pero ese avance es aún más evidente en el caso de ciudades administradas por la derecha: 12% más en Caen, 9 en Rouen, 13 en Périgueux, 8% en Saint-Etienne y hasta una ciudad arrancada a la derecha desde la primera vuelta, Rouen. El ejemplo de Marsella es uno de los más concretos. Esta gran capital portuaria del sur de Francia, reino indiscutido de los conservadores y tierra de predilección de la extrema derecha del Frente Nacional, está en la cuerda floja de las urnas. Su intendente actual, Jean-Claude Gaudin, tiene una ventaja de apenas un punto con respecto al socialista.

Desde el anuncio de los resultados, los responsables socialistas aplicaron la misma estrategia que en el curso de la campaña. Hacer de una consulta local un tema nacional. François Hollande fue el primero en afirmar que estas elecciones locales marcaban la “voluntad” del electorado de interpelar al gobierno y al presidente de la República, “especialmente en lo que toca al poder adquisitivo”. Más agresiva en su intervención, la candidata socialista a las elecciones presidenciales, Ségolène Royal, declaró: “Los electores quieren elegir buenos intendentes, intendentes serios, que no improvisan, intendentes que rinden cuentas y respetan a los ciudadanos”. De hecho, el triunfo de la izquierda se llenará de plenos sentidos recién la próxima semana, cuando se celebre la segunda vuelta. Las ciudades indecisas y las alianzas que se pactarán a escala local serán determinantes para confirmar el renacimiento electoral de una izquierda prácticamente ausente en los debates nacionales. En este sentido y en contra de la voluntad de la dirigencia socialista, Royal repitió sus llamados seductores a los electores del centro, que votaron por las listas del Moden, partido creado luego de las presidenciales por el centrista Jean-François Bayrou. La sorpresa de la noche vino de la Place Colonel Fabien, sede del Partido Comunista francés. En constante declive desde hace 20 años, el PCF salió restaurado del desafío electoral, especialmente en los llamados suburbios rojos de la región de Saint-Denis, que son el símbolo del comunismo municipal. Allí, los socialistas le disputaban al PCF 7 de sus 13 municipalidades. Llevados por el contexto favorable a la izquierda, los comunistas evitaron la paliza de 2001, cuando habían perdido toda una serie de ciudades. Esta vez, el PCF conservó desde la primera vuelta varias ciudades y hasta le arrebató otras a la derecha. A su vez, la ultraderecha francesa del Frente Nacional brilló por su ausencia. Castigado por una serie de reveses electorales que vaciaron sus cajas, el Frente Nacional presentó pocas listas. El antaño pájaro negro de la democracia francesa no tiene hoy el poder de trastornar las reglas de juego.

Aunque la prudencia se impone a los actores políticos y a los analistas, la lectura política no ofrece muchas alternativas: Sarkozy pagó en las urnas el tributo de las escasas medidas tomadas para defender el poder adquisitivo y la mediatización de su vida personal. Un sondeo efectuado antes de este domingo mostró que, para los franceses, un mal resultado en las elecciones municipales sería “una derrota personal” de Sarkozy. El jefe de Estado advirtió antes de la elección que no se dejaría “distraer por las peripecias”, que el balance habría que hacerlo al final de su mandato y que proseguiría con las reformas. Lo cierto es que hoy, si la segunda vuelta corrobora la tendencia de la primera, Sarkozy habrá dilapidado en pocos meses una de las dinámicas favorables más marcadas de los últimos años.