Máximo Kirchner: “Si quieren acabar con el kirchnerismo, por qué no compiten con Cristina y le ganan”
Por Gabriela Pepe. El hijo de la Presidenta habló por primera vez en un acto público. Tuvo a su cargo el cierre del acto de La Cámpora, en Argentinos Juniors, ante 40 mil personas. Dijo que si el kirchnerismo pierde en 2015, volverá “a la calle, a reconstruir la fuerza política para gobernar en los próximos años”. Estuvieron Parrilli, Domínguez y Urribarri. Scioli no fue.
Se
 puso nervioso, se le cortó la voz y hasta alguna vez se le perdieron 
las palabras. Ante un estadio de Argentinos Juniors repleto, donde La 
Cámpora hizo la demostración de fuerza más importante desde su 
nacimiento, Máximo Kirchner habló en público por primera vez y promovió 
una nueva candidatura de la Presidenta. “Si Cristina está tan mal, es 
tan mala o no sirve. Si quieren acabar con el kirchnerismo por qué no 
compiten y le ganan y sanseacabó”,  dijo desde el escenario hijo 
presidencial, encargado de cerrar el acto.
Desde
 que comenzaron a llegar los militantes al estadio, después del 
mediodía, corría el rumor de que Máximo iba a participar del acto de La 
Paternal y que había posibilidades de que fuera uno de los oradores. 
Pero ni los miembros de la organización se atrevían a confirmarlo. Los 
once años de fantasías tejidas alrededor del hijo de la Presidenta 
mantuvieron el suspenso hasta que Máximo se ubicó en el medio del 
escenario, rodeado por la mesa de conducción de La Cámpora. Las 
pantallas lo ubicaban exactamente detrás del atril, sonriente, con las 
piernas impacientes, movedizas.
“En
 esta fiesta, inolvidable, maravillosa, irreversible, se me ocurren 
infinidad de cosas para decir, pero tengo la alegría de tener que 
comunicar e informar una sola cosa: hoy este acto inolvidable será 
cerrado por un compañero entrañable, solidario, el compañero que nos 
conduce, que es Máximo Kirchner”, anunció, escueto, el secretario 
general Andrés “el Cuervo” Larroque, en las únicas palabras que 
pronunció ante el micrófono. Antes habían hablado los diputados Mayra 
Mendoza y Juan Cabandié. No hubo discursos para el resto de la mesa de 
conducción de La Cámpora, José Ottavis,  Eduardo “Wado” de Pedro y 
Mariano Recalde, que custodiaron a Máximo en el escenario.
Ovacionado
 por todo el estadio, que explotó ante la presentación de Larroque, 
vestido de jean y buzo negro, Máximo empezó a llenar con palabras las 
expectativas generadas en la previa.  “Es la primera vez  que tengo un 
micrófono adelante. Les voy a pedir que me ayuden porque la verdad estoy
 sintiendo lo que siente mi hijo cuando le digo, ´dale, caminá´. Uno 
está aprendiendo a caminar”, dijo el hijo del ex presidente, nervioso, 
apenas se acercó al atril. Enseguida, dijo que le hubiera gustado “que 
quien estuviera hablando fuera Néstor” y aclaró que su presencia no 
debía dar lugar “a ninguna especulación más”, refiriéndose a futuras 
candidaturas nacionales. “No hay apellido milagrosos (…) Mis compañeros 
son mejores que yo”, agregó.
Abajo
 del escenario escuchaban algunos dirigentes del Frente para la 
Victoria. En primera fila se sentaron el secretario general de la 
Presidencia, Oscar Parrilli; el presidente de la Cámara de Diputados, 
Julián Domínguez; el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri; Martín 
Sabbatella; los intendentes Darío Díaz Pérez, Fernando Espinoza, Jorge 
Ferraresi, Juan Patricio Mussi, Lucas Ghi; el secretario de 
Inteligencia, Héctor Icazuriaga, Luis D´Elía; el vicegobernador Gabriel 
Mariotto; y los diputados Diana Conti, Roberto Feletti y Jorge Rivas, entre otros. Axel Kicillof fue el único de los ministros del gabinete nacional que dio el presente.
“No
 pasa nada, si todos los traidores se van con Massa”, cantaba la 
militancia en las tribunas mientras Máximo hacía pausas para tomar agua y
 desaceleraba el discurso. “Parece mentira ahora, gente que estuvo muy 
al lado nuestro, verlos convertidos en punteros de algún candidato a 
presidente”, apuntó el jefe de La Cámpora.  Enseguida, pasó a la frase 
que hará ruido durante los próximos días tanto en los medios y la 
oposición como hacia adentro del kirchnerismo, donde ya hay varios 
precandidatos que iniciaron la carrera para la sucesión presidencial.
“Si
 Cristina está tan mal, es tan mala o no sirve. Si quieren acabar con el
 kirchnerismo, por qué no compiten con Cristina, le ganan y sanseacabó”,
 toreó Máximo, tras aclarar que la Presidenta se iba “a enojar mucho” 
por la frase que acababa de pronunciar. Después, dio una pista sobre 
cuál será el futuro del kichnerismo puro, si llega a perder las 
elecciones en 2015: “Nosotros volvemos a la calle a hacer lo que tenemos
 que hacer y a reconstruir la fuerza política para volver a gobernar la 
Argentina en los próximos años”.  Así, le marcó la cancha a quienes 
estén considerando posibles fugas  futuras: si el kirchnerismo no gana 
el próximo año, volverá en 2019.
Hacia
 el final del discurso apuntó contra la oposición y dijo que “no molesta
 la crítica, molesta la soberbia y la falta de humildad que tienen al 
hablar. Cuando les tocó gobernar han dejado el país patas para arriba, 
bañado en sangre en sus plazas”. También apuntó que “los números (de la 
economía) tienen que cerrar con la gente adentro,  no con la gente 
afuera. Eso lo hace cualquiera” y cerró, emocionado: “Estoy eternamente 
agradecido, es un sueño cumplido. He tratado de hablar lo mejor que 
pude”.
Un evento sin invitados 
Aunque
 en la previa se especuló con que Daniel Scioli estaría presente   en el
 acto, el gobernador de la provincia de Buenos Aires no asistió al 
estadio de Argentinos Juniors. “Saludo a los jóvenes que participaron de
 #Irreversible. La política y la militancia son la herramienta para la 
transformación y el desarrollo”, dijo desde su cuenta de Twitter, 
haciendo referencia a la consigna que marcó la convocatoria, relacionada
 con “las conquistas del kirchnerismo”.
La
 demostración de fuerza de La Cámpora no sólo estuvo marcada por la 
cantidad de gente que movilizó – se calcula que unos 40 mil – y por la 
presencia y el discurso del hijo presidencial, sino por el hecho de que,
 según sus organizadores, no se convocó a ninguna figura. Ni Scioli ni 
los demás ministros del gabinete nacional, que no tienen relación 
estrecha con la agrupación, recibieron la invitación para participar del
 evento que La Cámpora consideró como “una bisagra” en su historia.
“Muchos
 que lo conocen y los que no lo conocían vieron una persona auténtica, 
con humildad y autenticidad en lo que dicen. Se caen muchas mentiras que
 decían los medios”, dijo Parrilli después del acto. Sobre la propuesta 
de Máximo de que Cristina sea candidata, Domínguez consideró que la 
Presidenta “es la dirigente más importante que tiene el movimiento y lo 
mejor que  puede pasar es que sea parte de la competencia electoral 
porque eso garantiza la representación genuina del Frente para la 
Victoria”. Sobre la imposibilidad de que Cristina pelee nuevamente por 
la Presidencia, tal como marca la Constitución, dijo: “Hay otros cargos 
en los que puede ir también”, refiriéndose a que podría encabezar 
cualquier lista que no sea la que tenga como destino la Rosada.
La
 fecha elegida por La Cámpora para el acto no fue casual. En Argentinos,
 la agrupación homenajeó a Néstor Kirchner, a cuatro años del acto del 
Luna Park en el que el ex presidente reapareció en público, apenas dos 
días después de una intervención cardíaca. Aquella noche, Cristina fue 
la oradora central, ante un estadio con 10 mil personas. En Argentinos, 
cuatro años después, la cantidad de militantes se cuadruplicó, con 
Máximo como principal custodio del poder acumulado.
       
        Acceda a la nota web del medio
No hay comentarios:
Publicar un comentario